lunes, 30 de mayo de 2011
Los perros indolentes de la Acrópolis
sábado, 28 de mayo de 2011
Las sandalias (de Prada) del Pescador
miércoles, 25 de mayo de 2011
Divinas Palabras
La poesía, que no renuncia a expresar lo inaudito, heredó de las Escrituras el carisma y su tensión evangelizadora. Con la palabra, los poetas buscan el secreto de la vida para ofrecérnoslo como prenda de salvación. Y, como los sacerdotes, exigen su parte del cordero sacrificial y el reconocimiento a su alta misión, cuasi religiosa. Algunos recitales de poesía se asemejan a las celebraciones eucarísticas. Los devotos asistentes, tras la lectura de cada poema, componen los gestos imposibles del que está deglutiendo un arcano. La decepción de oyente al que no conmueve la lectura de un poema, aunque finja que si lo hace, se asemeja a la de los comulgantes que se alejan del altar, incapaces de generar en su interior la experiencia de Dios, pese a habérselo comido. Los hay que, cuando comulgan u oyen un poema, esperan un big-bang. Pero sólo perciben algo parecido al fulgor mortecino de los fuegos artificiales cuando caen tras el estallido.
¿Sapore di sale?
Un sexto sabor, el del sexo |
domingo, 22 de mayo de 2011
Educación para la rebeldía
![]() |
Organizándose |
Si entonces hizo falta una guerra para educar a los inmaduros, en los últimos años lo que ha hecho falta es una escuela para acampar. No nos quejemos, no los hemos podido disolver, a los jóvenes del Movimiento del 15M, porque los hemos educado tan bien para el recreo que hasta recogen del suelo las bolsas vacías de pipas. No nos han dado motivo. Los adultos, sin embargo, deberíamos tomar nota y atender a la lista de cosas que nos piden. Todo, antes de tener que organizarles a los “inmaduros”, otra guerra mundial, para meterlos en cintura.
sábado, 21 de mayo de 2011
¡Desalójalos!

Al pesimismo de la razón hay que oponer el optimismo de la voluntad, pensaba mientras escuchaba los comentarios de los tertulianos de Intereconomía, ayer, viernes por la tarde. Nada hace pensar que estos movimientos populares tan oportuna e inteligentemente surgidos en los días de campaña electoral y de reflexión, etc., etc., vayan a persistir y a obtener algo más que la mirada agradecida de mucha gente que no sabía cómo dejar en evidencia la estupidez de la “clase política” actual.Intereconomía, la emisora ultramontana, fue la única que dedicó al acontecimiento una atención sostenida e interesada: “El gobierno tiene que cumplir la ley y desalojar las plazas”, pedían los contertulios. En algún momento, se parecían a los que jaleaban a ETA, en el País Vasco, y le pedían a la banda, cobardes, y escondidos en una pintada: “Mátalos”. Dos o tres tertulianos pedían al gobierno y a Rubalcaba, parapetados en la Ley: “desalójalos”. Ante la novedad de la situación, que tiene a todo el mundo contra las cuerdas, y callados, o modulando mucho a los más inteligentes, los necios comentaristas de Intereconomía sólo proponen el palo. Creen que va a ganar las elecciones el partido de sus amores, pero quieren arrasar. Una joven de 17 con la cabeza abierta por la “policía de Rubalcaba”, o un jubilado disruptivo, fulminado por un ataque al corazón en el momento en que el guardia levanta la porra para molerlo a palos, piensan ellos, que les llenaría la cesta de votos para poder hundir en el mar, al mal único y demoníaco, origen de todos los males.
Hay, pese a todo, motivos para estar ilusionado. Las fotos de unos jóvenes acampados hoy sábado en el patio de la casa de Esperanza Aguirre, sanos, guapos, decididos y felices recuerdan a las hierbas que explotan todas las primaveras, y ahora más con las lluvias, en los campos. La voluntad imparable de la vida nueva que florece, quizá arrase el pesimismo recocido de los decepcionados y caducos.
viernes, 20 de mayo de 2011
Las masas en las plazas
miércoles, 18 de mayo de 2011
Habas de Salamina
En este tipo de viajes, aunque se hagan bajo la advocación del poeta griego Cavafis, y teniendo siempre como faro y guía su poema Ítaca, no faltan investigadores, profesores y médicos que, cuando los dejan, emiten sus fundamentadas opiniones sobre temas de su especialidad. Una bromatóloga prestigiosa apuntó que ciertos individuos, por causas genéticas, ante una administración masiva de habas, hecha, esto sí, con la mejor intención, reaccionaban imprevisiblemente, con síntomas muy alarmantes. La enfermedad que los producía se llamaba "favismo". El guía, un humanista griego de castellano perfecto, apostilló que los pitagóricos tenían prohibidas las habas. Pánfilo se dio cuenta pronto de que la receta de las "Habillas de Salamina" tenía ya ingredientes de sobra, y no todos comestibles, como para no ser considerada localista e identitaria. El debate había sido tan intenso que la receta hubo de quedarse para otro día porque ya estaban frente a Egina. Pero los varones buscaron, a la hora del almuerzo, un restaurante que ofreciese algún plato de habas. No lo encontraron y hubieron de contentarse con unas judías verdes estofadas, no tan eficaces, pero sin contraindicaciones.
viernes, 13 de mayo de 2011
Defensa de dueñas y menosprecio de varones
![]() |
¿Alguien que cuide de ellas? |
Fin de siglo
miércoles, 11 de mayo de 2011
El mundo al derecho
martes, 10 de mayo de 2011
Almas de cristal
domingo, 8 de mayo de 2011
La conversión de Pánfilo
![]() |
Auténtica unción |
jueves, 5 de mayo de 2011
Bin Laden
La muerte de Ben Laden no va a resolver el conflicto entre los países pobres, asidos al Corán como a un clavo ardiendo, y los ricos, asidos a sus películas. Porque no se le puede cortar el cuello a un rehén, volar rascacielos repletos de seres inocentes o reventar a 16 turistas, mientras agotan su cuenco de harira en un restaurante de Marrakech, sin tener detrás alguna actualización interesada del Libro Sagrado que justifique el horror; los países ricos, a su vez, se han creído que la Historia es la que cuentan en sus películas: las que rodaron para justificar las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, la guerra del Vietnam o la extinción del indio americano. Trento suministró a los inquisidores valium ideológico para tranquilizar sus conciencias tras asar a seres humanos como si fueran espetos. Y las películas de cuatreros permiten a George W. Bush afirmar que con la muerte de Ben Laden se ha hecho justicia, sin importarle lo que hemos sabido estos días por Wikileaks sobre la actuación de la justicia americana en Guantánamo.
Heródoto, en su Historia, con menos medios e información pero con más honradez y compromiso con los hombres -griegos o asiáticos-, intentó exponer "con esmero las causas y motivos de las guerras que se hicieron mutuamente los unos a los otros". Su humilde intento de objetivar la historia de las guerras no ha servido para mucho: griegos y turcos se siguen vigilando aún, y el linchamiento de Bin Laden dirigido y contado, al mejor estilo hollywoodense, desde el ala oeste de la Casa Blanca, no impedirá que el enfrentamiento entre ricos y pobres continúe. A unos y a otros nos sucede algo parecido a lo que, según Tito Livio, acontecía a los romanos: que hemos llegado a un punto en el que no podemos soportar nuestros vicios ni sus remedios.