domingo, 29 de noviembre de 2009

Revuelto de amores




Salvador

     La propaganda política ha abandonado los telediarios y se ha refugiado en los melodramas ginecológicos de tarde y noche. En manos de guionistas con escasa preparación histórica y de productores con presupuestos tasados, las series de por la tarde son un revuelto de populismo insignificante, banalidad y anacronismos. Y en ese ámbito privilegiado es donde hemos insertado nuestras reivindicaciones históricas o dónde  ajustamos las cuentas de tapadillo a los adversarios presentes y pasados. En una de las series, hemos tenido falangistas incestuosos y comisarios de policía torturadores y asesinos, curas pedófilos, o efebófilos, comunistas heroicos pero fanáticos, poco interesados en la reconciliación nacional, y buerovallejos torturados y dignos que son capaces de leerle la cartilla al mismísimo director de la cárcel y de pronunciar un mitin improbable rodeados de funcionarios desactivados y de presos comunes entusiasmados. Enfrente, el pueblo llano, sufrido y  sano que sin proponérselo saca cada día adelante a la patria. Bueno, es lo mismo que han hecho siempre los cineastas americanos en las películas de indios, pero recuperar “la memoria histórica” en las series, eso, lo hemos inventado nosotros:

     En el capítulo 54 de Amar en tiempos revueltos, emitido el día13 de este mes, el director de la cárcel pide a Salvador, escritor teatral y preso político, que firme un manifiesto desmintiendo que en las cárceles franquistas se tortura.  El preso pronuncia el alegato que trascribimos más abajo, unos minutos antes de que una niña histérica, maltratada por su tía, se pase diez minutos chillando en El nombre del amor, la siguiente telenovela de por la tarde en TVE:

Salvador
¿Cómo pretende que firme un documento en el que se asegura que en las cárceles españolas los presos son tratados con dignidad y se respetan sus derechos?


Director
España está siendo vilipendiada en el extranjero y hasta el último español debe colaborar para impedir esa infamia.


Salvador
La infamia es lo que pretenden hacer ustedes, no sólo nos humillan nos ultrajan y nos torturan cada día. Además pretenden que les firmemos un documento en el que se dice que aquí nos dan un trato digno y humano, su desfachatez no tiene límite.


Director
Cuide mucho sus palabras.


Salvador:
No, han sido ustedes, los gloriosos, vencedores los que me han impuesto esta mordaza, ustedes los que no quieren que piense ciertas cosas ni que las diga y por eso me tienen aquí encerrado, pues bien yo reivindico aquí y ahora el derecho a ponerme esa mordaza, para no firmar y no decir cosas en las que no creo.


Director
Se lo preguntaré por última vez, ¿firmará el manifiesto?


Salvador
No.Jamás firmaría algo así. Estoy aquí encerrado por defender la verdad, la libertad y el derecho de las personas a opinar, a pensar y a decidir por sí mismas, libremente, sin que nadie las amenace, si firmara ese documento, me traicionaría a mí mismo toda mi lucha, todo mi esfuerzo habría sido inútil. No he llegado hasta aquí para esto. No me someteré ni a sus chantajes ni a sus amenazas, no le tengo miedo a sus torturas porque no son más que la expresión de su impotencia.


Director:
Silencio, pagarás muy caro lo que has dicho.

     Ante la novedad del invento, la serie House ha mandado un  becario al plató en el que se rueda Amar en tiempos revueltos. Los guionistas norteamericanos están pensando en darle un giro socialdemócrata a la mala leche del médico en la próxima temporada.

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