lunes, 23 de noviembre de 2009
Banderas de nuestros lares
Los municipios andaluces que 'sin prisas, pero sin pausas' se iban creando una realidad nacional, que habría podido desembocar en nación en cualquier momento, están desalentados por las noticias que les llegan del Tribunal Constitucional de que ni siquiera Cataluña va a ser considerada como nación. Los esfuerzos de todos estos años, tirados por la borda. ¿Qué harán ahora con las banderas que crearon y que colocaron en mástiles altísimos?, ¿y con los escudos?, ¿y con los ejércitos bien pertrechados de agentes del orden, versátiles, fácilmente reconvertibles en potentes séptimos de caballería? ¿Y la decepción de los párrocos locales que soñaron con ser jefes espirituales de las nuevas realidades nacionales? ¿Qué será de los vecinos que otorgaron su confianza a los alcaldes de esos pueblos para que se embarcaran en gestas heroicas, de esas que forjan naciones?
Hace unos años, en un pueblo del área metropolitana de Granada sonaron tambores de guerra, se anunció un levantamiento municipal contra el pueblo de al lado, algunos vecinos hasta escribieron cartas al director del periódico local alistándose. En la base de datos de este blog hay una copia de uno de esos documentos. Esta es la hora de darlo a la luz. Dice así:
Sr. Director del diario IDEAL de Granada, me ha llegado una carta de la alcaldesa de mi pueblo en la que se percibe un cierto malestar con el vecino pueblo de Monachil por diferencias urbanísticas y se me informa de que “si fuesen necesarias actuaciones de otro tipo tendentes a que de una vez por todas Monachil deje de menospreciar la dignidad de un pueblo como Cájar, os lo haré saber y estoy segura de que contaré con todos y cada uno de vosotros [...] Si tenemos que levantarnos contra Monachil, vuestra alcaldesa estará a la cabeza de todas y cada una de las actuaciones a desarrollar. Cuento con todos vosotros. Os iremos informando.”
Un propósito épico de tanta envergadura, necesita de todos los apoyos, por lo que le ruego que publique en su periódico mi adhesión a la alcaldesa. Gracias.
Estimada alcaldesa:
Hace unos meses, con motivo de lo de Iraq, le pedí que me explicara por carta por qué, prestando parte del consistorio de Cájar atención a las directrices vaticanas, usted no había dimitido cuando el Papa Juan Pablo II mostró su oposición a la guerra; usted no me ha contestado a este asunto, pero ahora llega una carta suya en la que se me convoca a un posible alzamiento municipal, bajo su caudillaje, contra nuestros vecinos de Monachil. He repasado las razones que usted da para levantarse contra ese pueblo y las veo suficientes, aunque echo de menos lo de las armas de destrucción masiva que tanto juego dio en la anterior” performance”. Tampoco estaría de más una resolución de la ONU que nos ampare si nos tiramos al monte y el envío de inspectores que rastreen los arsenales del pueblo de al lado. Es imprescindible, dada la edad de muchos cajareños, el auxilio del Séptimo de Caballería. Si nos asiste la Caballería USA, se alistará más gente. Yo, seguro. Como serví en la Marina, se me puede usar si se les ataca con fragatas, remontando el río Monachil. A sus órdenes".
El ciudadano que firmaba una misiva tan inflamada, debía de ser mayor, si hacemos caso a esta apostilla con que ilustraba su nombre: ‘marinero segunda en la reserva, o ¿en conserva?’. Por razones no documentadas en nuestros archivos, aquella guerra anunciada no tuvo lugar. Pero la bandera ondea gallarda a la espera de nuevas empresas. Si el Constitucional no se interpone.
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Qué arrojado el marinero de segunda! ¿Dónde serviría? Al menos dio la vuelta al mundo en "Elcano" y llevaría aro en la oreja, después de atravesar el estrecho de Magallanes...preparado pues para surcar los sargazos del caudaloso río Monachil a la par que afrontaría los peligros que allí acechan.
ResponderEliminarYo estoy muy contenta: que tengo yo el cuerpo de banderas, aunque algunos días lo tengo de Góngora, por eso respiro a pleno pulmón cuando ondea la inmensa bandera del Triunfo (?), quiero decir de la Avda. de La Constitución y no quieras saber cómo me siento al enfilar una recta que va de Bellavista a la entrada de Cájar y tener el privilegio de ver otra bandera al viento ("banderas al viento el alma tranquila..." ¿no era un himno?...)ésta azul Virgen Inmaculada ¡qué emoción! Ahora que lo pienso: azul... el himno..., qué relaciones más esotéricas.
Como decía mi abuela: "Isú, Isú, en que mundo vivimos..." (en la lengua de Castilla léase "Jesús, Jesús..."
Aranjuez, tuvo su motín; Vicálvaro su Vicalvarada y....Cájar su "amago de".
ResponderEliminarHabría que acuñar un nuevo vocablo : "municipalitis" . Llamese a la inflamación de la "identidad local" que sufren los municipios
La municipalitis cursa con una sintomatología muy variada: como no pueden acuñar moneda con su efigie, los alcaldes patrocinan la publicación de boletines y revistas donde se hace circular la foto del "munícipe por antonomasia" (v. Amanece que no es poco) en casi todas las páginas.
ResponderEliminar"Quizá pensando en que ser alcalde era eso...levantarse una mañana vestido con traje y corbata, pasear Iglesia hacia abajo, acercarse a la haza Luna y desde allí divisar orgulloso la entrada de tan insigne pueblo que él dirige con mano firme pero paternal y sentir que su despacho no hay trabajo sino papeles firmados que no es necesario leerse...porque la guerra no está en el trabajo diario y constante, en la batalla contra la crisis o los propios compañeros del equipo de gobierno, la batalla está en quién estará mejor vestido el día de la Victoria..."
ResponderEliminarJustina Castillo García