miércoles, 11 de noviembre de 2009
El opio del clero
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino animó ayer a las mujeres que han abortado a celebrar el Sacramento de la Confesión. Esto lo explica todo: según parece, los traumas nacieron con los psicólogos, antes, en tiempos de escasez, un niño sólo podía aspirar a que le dieran un mal rato, a sufrir una irritación, o a recibir dos bofetadas..., y el pecado, dicen algunos, no existió hasta que nació la casta sacerdotal que vivía de perdonar lo que ellos fijaban como pecado. No hay duda de que Martínez, como cualquier persona, sufre con los abortos, pero lo que parece interesarle de verdad es que las mujeres que abortan pasen por caja, perdón, por el confesionario. Las manifestaciones multitudinarias, auténtico opio del clero hasta hace muy poco, empiezan a enojar, después del descubrimiento de un método bastante exacto de contar el número de manifestantes. Y se ha pensado que la gente vuelva a la Iglesia, de la que nunca debió salir. Es mejor.
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Buenos días, tito:
ResponderEliminarMi abuela María para las cosas de la Iglesia y demás adláteres, tenía una frase: "DEJALOS,SI ES SU COMER ".
Están los fontaneros que arreglan las cañerías; los panaderos que venden pan; los fisioterapéutas que curan contracturas y demás dolores del cuerpo.....y luego los curas, que calman o apaciguan el miedo que tiene el ser humano a que después del "adios amigos" no exista nada.....Oficios, oficios y más oficios....
Determinados estamentos de la Iglesia católica, cuando se inmiscuyen en aspectos de la vida privada de sus feligreses, sin ningún ápice de caridad o humanidad, para mí, son ,utilizando un término del mundo de la moda, los "complementos espirituales" de las funerarias.
Tu abuela María resumió el asunto con lucidez: es su comer. Y si olvidamos las Cruzadas y la Inquisición y algún asuntillo con la competencia (lo de las brujas, por ejemplo), no es la industria que más poluciona. Y su cierre afectaría a otros sectores productivos, como el de las funerarias que todavía no han sabido crear otra línea de complementos espirituales.
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