No sé qué botón he apretado pero me he autoborrado. Decía yo, antes de borrarme, que la banderita de Cájar me recuerda tanto a la de Argentina (salvo en la 'graná', claro), que me sigue impresionando, a pesar de saberlo desde hace tiempo. Y lo otro que decía era que siempre suena mejor ser 'más igual que...' a ser 'más menor que...' o 'más mayor que...'
I.Manzanares, gracias por tu comentario. No había caído en el parecido de la enseña cajareña con la de Argentina. En el tema de las banderas hablamos del poder y de los ritos de la vida en común. Sobre la posible falocracia de estas señales, hay literatura abundante. "Yo soy más igual que tú" (ver por título en youtube), es una chirigota del Carnaval de Cádiz, impregnada, desde mi humilde punto de vista, de un cierto persimismo -¿o realismo?- sobre la condición humana: en cuanto lleguemos a la igualdad, alguien se sentirá MÁS igual que los demás. Y a jugar, de nuevo, con la regla de oro del comportamiento humano / animal: el MÁS, MENOS, IGUAL. Un saludo afectuoso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo sé qué botón he apretado pero me he autoborrado. Decía yo, antes de borrarme, que la banderita de Cájar me recuerda tanto a la de Argentina (salvo en la 'graná', claro), que me sigue impresionando, a pesar de saberlo desde hace tiempo. Y lo otro que decía era que siempre suena mejor ser 'más igual que...' a ser 'más menor que...' o 'más mayor que...'
ResponderEliminarI.Manzanares, gracias por tu comentario. No había caído en el parecido de la enseña cajareña con la de Argentina. En el tema de las banderas hablamos del poder y de los ritos de la vida en común. Sobre la posible falocracia de estas señales, hay literatura abundante.
ResponderEliminar"Yo soy más igual que tú" (ver por título en youtube), es una chirigota del Carnaval de Cádiz, impregnada, desde mi humilde punto de vista, de un cierto persimismo -¿o realismo?- sobre la condición humana: en cuanto lleguemos a la igualdad, alguien se sentirá MÁS igual que los demás. Y a jugar, de nuevo, con la regla de oro del comportamiento humano / animal: el MÁS, MENOS, IGUAL.
Un saludo afectuoso.