martes, 29 de marzo de 2011
Tránsfugas, vocación de autoservicio
Hay gente que disfruta haciendo el bien a los demás, en ellos el gen egoísta se enfunda en hábitos de Madre Teresa. También los hay que aspiran a cargos y responsabilidades por, según confiesan una vocación incoercible de servicio a los demás. De hecho, el mismo Papa, para hacerse perdonar la púrpura y el armiño, los zapatos de Prada y las marranaditas de algunos clérigos, se proclama "siervo de los siervos de Dios". Ahora que se están elaborando las listas electorales, la vocación de servicio te brota en el corazón sin que te des cuenta. Los tránsfugas también sienten en su interior un come come, una inquietud que alguien podría confundir con la vocación de servicio. Pero los que los conocen saben que más que la vocación de servicio lo que los lleva a estar en cualquier lista es la vocación de autoservicio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario