Últimamente mucha gente me dice que no entiendo nada. Ayer, sin ir más lejos, en mi entrada “El diario El Mundo pilla a dos políticos haciendo política”, un desconocido Plinio escuetamente comentaba “Nos has entendido nada”. Hace unos años el autor de un libro que yo había reseñado me acusó de lo mismo y me mandó a estudiar a la Universidad que por lo visto es el lugar a donde a uno le enseñan a enterarse de todo. Familiares y amigos me hacen ver a diario que no estoy fino, que no comprendo nada. Debo de haber bajado la guardia. Quizá me he olvidado de que hay que ser feroz con la estupidez ajena, pero que de la que verdaderamente debo de preocuparme es de la mía. Me hubiera gustado que Plinio concretara de qué no me había enterado. Esto me hubiera ayudado a enmendar el rumbo. En mi post afirmaba que Pedro J. Ramírez corregía a dos políticos que se reunieron para hablar de ETA y de la paz. Entendí que Pedro J. prefiere que los políticos discutan de si expresiones como “putitas de 13 años” son literatura o no, cuando las usa un escritor, o de los morritos de una ministra o del, por lo visto, indisimulable plumero del líder de la oposición. Yo no estoy en contra de que hablen de lo que quieran, pero en sus casas o con la cuadrilla, pero no en público, no cobrando de los presupuestos. Yo no soy muy despierto, lo confieso, pero no toda la gente es tan pánfila como yo, y ella sí se da cuenta de cosas obvias. Que cuando ETA aparece embutida en su burka del terror, no lo hace ya para aterrorizar a la población. Lo hace para decirle a los partidos vascos que se han aprovechado de su “trabajo” que no piensen que va a desaparecer, como en las sesiones del mago Migue, por arte de magia. Que no llevan tantos años movilizados matando y muriendo, haciendo sufrir y sufriendo, mientras que ellos cobraban su sueldo de concejales o de alcaldes o diputados, para esfumarse, sin más. La gente, que no es boba, también sabe que uno de los impedimentos fundamentales para la paz en el país vasco, no son las víctimas, precisamente, sino el rédito que unos y otros quieren obtener de esas víctimas. Los que están en el Gobierno quieren ganar las elecciones, trayendo la paz y no repartiendo con nadie. Y los que están en la oposición no hacen nada más que poner inconvenientes para que eso no suceda antes de las próximas elecciones generales. Los tontos, los estúpidos, los pánfilos, los bobos queremos que se dejen de guarrerías – de la fundamental, de la que hará estallar esto: la corrupción- y que trabajen para conseguir cuanto antes una paz justa y permanente. Lo que les pedimos, los gilipollas, los ignorantes, la gente de la calle, los blandos, los permisivos , los que no nos enteramos nunca de nada es que ellos –enarbolando obscenamente la defensa de las víctimas- no sean el obstáculo fundamental para la paz.
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Yo tampoco me entero de nada.
ResponderEliminarPablo, aquí no sólo hay un río revuelto, si no toda la red hidrográfica nacional enturbiada por tantos pescadores clarividentes (estos deberían dar de una vez un paso al frente, saltar a la arena política y sacar a España de sus problemas: ¡qué desperdicio de próceres!)esperando obtener una ganancia tan inmediata como efímera. Y a todo esto, me viene a la memoria el título de aquella película (mediocre; lo siento por mi admirado Serrat) de Rovira Veleta, "La larga agonía de los peces fuera del agua" (1970, creo),pues, cual si de etarras-peces se tratara, estos preclaros pescadores se empeñan una y otra vez en devolverlos al agua, sólo por dar por c. al pescador de al lado y en nombre de la grandeza de la ICP (Industria Conservera Patria).
ResponderEliminarMe uno a ti en tu declaración de ignorancia -y de principios- y que el "señol" nos coja "confesaos".
Saludos.
Perdón, "sino..."; corrijo la errata de arriba, que para esto soy muy puñetero.
ResponderEliminarMiguel, ¿para qué me nombras a Rovira Beleta? Hay que ver la cantidad de coñazos que nos tragábamos entonces "sub especie" de progresía. Pero en esa película cantaba Serrat "Balada de Otoño" y con eso bastaba. Serrat es de las pocas personas a las que, sin conocerlo, les guardo un cariño y un respeto grandes.Gracias por la imagen de los peces devueltos al río. No se podría expresar mejor. Saludos.
ResponderEliminarYo también soy un gilipollas ignorante y, además, debo ser un "perfecto mierda" porque a veces lloro. Creo, incluso (según esa conceptualización "sin complejos" que empieza -o vuelve- por sus fueros) que debo ser maricón perdío porque aún no le he pegado nunca un sopapo a ninguno de los patriotas que me he ido topando por la vida y cuyo modus operandi dialéctico es el siguiente: "las propuestas de izquierda son imbecilidades infantiloides sin sentido y el comunismo, además, es la doctrina más asesina que nunca existió"... y al mismo tiempo, si a mi se me ocurre cuestionar, un poner, la religión como superstición o la iglesia como estructura y algunos de sus actos, entonces soy un "radical, irrespetuoso, maleducado y punto final, se acabó la conversación". Con el tema de ETA (cuya disolución deseo hace años, obligado es decirlo no sea que me ilegalicen) he llegado a ver a conocidos, y hasta algún amigo mio, con los ojos fuera de sus órbitas, el cuello hinchao como el de un cantaor y las manos amenazantes, al proponer yo algún tipo de negociación o transición hacia la paz. Esos mismos amigos, cuando yo les comento que el dolor no prescribe pero que la paz tras un conflicto exige renuncias y le cuento que a mi bisabuelo lo asesinaron, a mi abuelo y mi abuelas les jodieron la vida y les robaron su primera hija y algunas otras "cosillas" sin importancia y que, a pesar de todo, no pedimos venganza sino simplemente algo de reconocimiento entonces nos dicen "pero qué coñazo sois con el pasado, hay que mirar para adelante, hombre, ya está bien de sacar los muertos". Ni deciros quiero cuando -me va el sadomasoquismo dialéctico- comparo a Aznar y al PP con HB, como brazo político de miles de asesinatos a bombazos en Iraq, por ejemplo. En fin, termino, llegados a este punto, hace unos tres o cuatro años, en una tertulia literaria se levantó un personaje y me dijo "como sigas hablando así te voy a meter dos hostias bien dás". El tipo en cuestión rozaba la senectud y no levantaba un palmo del suelo (no tenía un cuarto ostia, vamos), pero simplemente le dije "pues yo no voy a devolvértelas, lo siento". Y en ésas seguimos, pero peor...Asi que, estoy completamente de acuerdo contigo: al menos...que no estorben el final de ETA, que no estorben...
ResponderEliminarRaúl, magistral. Si la Paz en Euskadi se consiguiera con textos bien escrito, estábamos muy cerca de ella, gracias a tu comentario. Pero...
ResponderEliminarMi cariño y agradecimiento de siempre.
Maestro Alcázar, chapeau! Ojalá hubiera muchos "estúpidos" tan sabios como tú. No en vano "estúpido" procede del latín "stupidus" que, en su origen, no significaba "ignorante" sino "estupefacto, asombrado, en éxtasis..." Y estupefactos ante el mundo que nos rodea estamos más de uno, sólo que no todos somos capaces de analizarlo con mente tan viva como tú.
ResponderEliminar¡Ah! y enhorabuena también a "Corleone" por su agudo comentario. Muy bueno.
Ana M.R.
¡Ah! Otra cosa se me olvidaba: comparto la devoción por Serrat y además... "Balada de otoño"... ¡eso son palabras mayores! ;-)
ResponderEliminarAna,¡que alegría verte de nuevo por aquí! Serrat es mucho Serrat, sobre todo un enorme poeta, para mi gusto. La etimología de "stupidus",preciosa. Me quedo con lo de 'estupefacto'. Así termino todos los días después de oír ciertas cosas. Gracias por unirte al grupo de los que no nos enteramos de nada. Un saludo afectuoso.
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