Madrid aprueba otorgar a Israel su Medalla de Honor municipal a propuesta de Vox y en plena invasión de Gaza. Todo muy moderno. Derecha y ultraderecha contra “los moros”. Una nueva Cruzada. En la imagen, la toma de Jerusalén por los cruzados en el año 1099. ¡Pobretico Zapatero con aquello de la Alianza de civilizaciones! A estos el cuerpo les pide gresca. Es que estamos muchos. Una súper guerra universal puede aclarar la era y que haya cerveza y libertad para los que queden. Seguro que Almeida y Abascal creen que esta nueva cruzada no será un fracaso, como lo fueron las anteriores. Que la van a ganar y que ellos van a sobrevivir a la catástrofe. Mejor muertos que pacíficos.
martes, 31 de octubre de 2023
domingo, 22 de octubre de 2023
Expertólogos en lenguaje corporal
lunes, 16 de octubre de 2023
sábado, 14 de octubre de 2023
Israel y la culpa
viernes, 13 de octubre de 2023
Letizia al rescate
viernes, 6 de octubre de 2023
Cuentas de la Alhambra
jueves, 5 de octubre de 2023
A Pedro Sánchez, no me lo toquéis
¡Qué faena me ha hecho Andrés Cárdenas! Tenía tomadas unas notas para mi artículo de esta semana sobre la desaparición de los sin techo de las vías públicas con motivo de la celebración en Granada los próximos días 5 y 6 de la Cumbre Europea y del Congreso Europeo Informal. Incluso me había ocupado de saber cómo llaman en Paris, Londres o Nueva York a las personas que duermen en los bancos públicos, en los cajeros o en rincones de la ciudad, embutidos en sacos de dormir o protegidos de la intemperie por un techo de cartones. Pero Cárdenas se me ha adelantado con la publicación de su artículo sobre tan delicado asunto. Cuando lo he leído he pensado que, como dijo JRJ del poema*, mejor no tocarla más, que así de dolorosa e injusta es la pobreza. Me he quejado al periodista: “Genial, querido Andrés, redondo, pero me has jodido mi columna semanal. ¿A ver de qué escribo yo ahora? Me has dejado a la intemperie. Sin techo, sans abri, homeless total, clochard, sin remedio, con mi folio en blanco, como un gilipollas. Y no es la primera vez que me lo haces”. Y no he tenido más remedio que recurrir al sentencioso Paolo Collejo para que me suministre material para esta columna. Pero lo he cogido en su momento Nostradamus y solo me ha enviado una predicción: Sánchez, el más pillo, el boss de una política vacía, terminará por romperles las piernas a unos y a otros. Habrá nuevas elecciones. Él las ganará. Su argumento: “He hecho todo lo posible por formar gobierno, pero estos cafres no me han dejado. Como caballos salvajes, tiran del ser de España, cada uno para su lado. Votadme, para que no nos rompan la patria”. Lo contradigo porque estoy seguro de que Sánchez terminará formando lo que él llama “gobierno progresista”. Por mi parte, y para que Cárdenas no se me vuelva a adelantar, ya estoy trabajando sobre el tema del liderazgo de Sánchez. W.W. Meissner, S.J., en su libro “Ignacio de Loyola. Psicología de un santo” (Ed. Anaya & Muchnik, 1995), me ha puesto sobre la pista de tres tipos de liderazgo: el reactivo, el autoengañoso y el constructivo. Parece que el fundador de los jesuitas poseía los tres. Cuando tenga el asunto bien estudiado, os prometo, dilectos lectores y lectoras, que dejaré constancia de mis cavitaciones en este diario. “¡Andrés, a Sánchez ni tocarlo, porfi, que así es la rosa!”.
*Juan Ramón Jiménez lo dejó escrito en su
poesía ‘Poema’: “No le toques ya más, /que así es la rosa”.
miércoles, 20 de septiembre de 2023
Sostrazo al papa
miércoles, 13 de septiembre de 2023
Cambiar de puzzle
Antonio Muñoz Molina en su última novela No te veré morir y Gil de Biedma en su poema Contra Jaime Gil de Biedma dan a entender que en cada uno de nosotros habitan dos yos, al menos. Muñoz escribe que el protagonista Gabriel Aristu solía presentarse ante los demás como un personaje tan elaborado, tan convincente, que el mismo Gabriel acababa confundiéndolo con su verdadera identidad. A Gil de Biedma le desazona mucho el otro Gil de Biedma que lo habita. Y sin embargo Paolo Collejo, el alter ego de mi amigo Pánfilo, en su último libro de autoayuda para adolescentes, les aconseja que procuren ser ellos mismos, con un yohecho, cuando todavía no han terminado de encajar ni un 2,5% de las piezas del puzzle de sus vidas. Los conquistadores de América llegan al Nuevo Mundo huyendo de sí mismos, de un yo menesteroso. Quieren desprenderse, como los lagartos y los cocodrilos, de una piel opresora. No volver –así en el Canto General de Neruda- al juez y al cura, a los inquisidores de Castilla. Ni a los piojos ni al látigo feudal ni al calabozo de las galeras ni a la peste. También la incontable legión de los pobres del mundo, de los marginados, de los discriminados, de los pisoteados por la historia y sus desastres quieren llegar a una tierra prometida, en la que no existan privilegios de razas, desexos, de herencias, de patrias. Todos por igual. Mientras que nacionalistas y patrioteros de toda laya, hijos de buenas familias, reyes, altos cargos de la administración del estado, blindados por leyes mordaza, CEOS de la AI,diputados aforados, magistrados caducados, catedráticos, generales y almirantes, se niegan a empezar de reclutas, a compartir sus exclusivas patrias con los ciudadanos. A partir de cero. No quieren repartir la leche de la vaca patriay se aferran a su teta de por vida. Con sus privilegios. Con sus hinchadas cuentas corrientes, sus innumerables pisos turísticos, sus dilatadas extensiones de tierra, robadas al trigo, al olivo y al pinar, para apelmazarlas del hormigón inmobiliario, tras pagar sustanciosas comisiones. Ellos han completado el puzzle de sus existencias, han encajado todas las piezas, han fundido su yo teatral y su yo íntimo. Son ellos mismos. Y están contentos. Pero no deben de extrañarse de que los que no se encuentran tan bien situados reclamen un puzzle nuevo.
Aznar: alma de destrucción masiva
domingo, 10 de septiembre de 2023
El disoluto castigado
El recién dimitido Rubiales, un Don Giovanni tosco y abusón, usó aquello que más revuelo podía armar para indicar que el éxito de las mujeres era algo inferior, concesión del fútbol macho, una película futbolística de la serie B, y que él, con las 'niñas', actrices de reparto, podía hacer lo que le saliera del palco. Besar a una lesbiana, sin pararse a pensar que a ella ese contacto corporal no consentido, tan emblemático, podría disgustarle, y agitarse el mondongo delante de la hija de Letizia. Creo que la 'visibilizacion' mundial de este individuo ha sido muy perjudicial para el fútbol femenino español, pero interesantísima para conocer, no solo el estado del machismo en España, sino cómo ha sido, y sigue siendo, el funcionamiento de algunas instituciones estatales, habitadas por caraduras, prepotentes, abusadores y ladrones de pasamontañas blanco. Ahora nos enredaremos en bagatelas de confesionario: "¿hasta dónde la tocó, disfrutó ella, se ejerció fuerza bastante sobre la futbolista, se defendió indubitablemente de la agresión?"; y los de la ley de "solo sí es sí" (funesta por lo mal concebida técnicamente) querrán meter a este sujeto en alguno de sus artículos para justificar su impericia, y nos perderemos en disquisiciones sobre matices y particularidades propias de un manual para confesores. El delito cometido por este sujeto, patriota solo de boquilla, ha sido el de traición a su patria, a la que ha humillado mundialmente, firmando su estúpida soberbia sobre el cuerpo de una mujer. Ya debería de haber un artículo en el código penal que castigase estos comportamientos.
sábado, 9 de septiembre de 2023
Al sexo vestido de palabras, lo llamamos 'amor'
El amor no es algo eterno, es histórico, se da en el tiempo y en el espacio, disfrazado con ropajes diversos. Es una invención, un trampantojo, un relato. El sexo, en cambio, sí ha estado siempre ahí, como una fuerza atómica que, en lugar de desintegrarnos, nos fusiona, con efectos espectaculares que han dado, y dan, mucho que hablar. El amor, o sus apariencias, han mantenido unidas, o enfrentadas, a naciones, a pueblos, a aldeas, a villorrios. Ayer volví a mi pueblo y, en un cajero, me reconoció una de las mujeres que amé y que, castamente, me amó, cuando yo estaba en la edad del malabarismo y del chisporroteo. Recordamos que en los 50, si una mozuela se escapaba con el novio –para no tener que celebrar convite–, el maestro nos prohibía comentarlo en la escuela, el cura lo condenaba en el púlpito, pausaba la aguja de las bordadoras, mientras que los niños husmeábamos en lo oculto. En Cenes, mi pueblo, cayó como una bomba el que el cura, rompiendo el secreto de confesión, proclamara en misa, delante de una novia embarazada, que eso era una vergüenza y que al matrimonio había que llegar –y nombró a la Emilia, una de sus penitentes, como ejemplo de virginidad no rasgada–, como el cristal, ni manchado ni roto, pese a ser atravesado por turbios deseos. El cotorreo sobre la preñez pecaminosa de la novia y la virtud no rota de la Emilia, conocida, probablemente por el párroco en el confesionario, reforzó la unión en el pueblo. Porque el lenguaje se inventó para chismorrear, sobre todo. No hay cosa que mantenga más unida a una familia que el rajar del que acaba de salir por la puerta tras la comida del domingo. Al sexo, ya vestido de palabras, lo han llamado amor San Pablo, Ovidio, Catulo, Petrarca, Dante, Boccaccio, los trovadores, los sonetistas, los románticos, el folletín, Nabokov, Bukowski y las telenovelas. Pero, pese a parecer que todos hablan de lo mismo, en cada época el amor ha sido diferente. Mi amiga, en el cajero, me cantó una canción que oímos de chicos. Decía así: El que quiere a una mujer / y se la deja quitá / lleva un cuchillo en la faca / y no le sirve pa na. La coplilla, le conté, me la había encontrado mucho después en la novelita rosa Campana la de la Vela (1936) de la escritora Concepción Castellá. Palabras de amor nacidas en la Granada rural y caciquil de principios del siglo XX. Dirigidas anónimamente a un varón ‘protoblandengue, que estaba generosamente dispuesto a dejar que su amada se fuera con otro con tal de no obstaculizar su felicidad. ¡Ay, amor!
miércoles, 6 de septiembre de 2023
Campana la de la Vela
viernes, 1 de septiembre de 2023
El Poder explicado a los niños
¿Será capaz la Inteligencia Artificial de crear un poema como el de abajo que resuma tan bien, e intemporalmente, la actitud de todos aquellos que están, estamos, metiendo -de la reina abajo, todos- nuestras patitas en la tarta "Campeonas del mundo" para sacar provecho del acontecimiento?LAS MOSCAS
A un panal de rica miel
dos mil Moscas acudieron,
que por golosas murieron
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.
Feleix María de Samaniego, siglo XVIII
jueves, 31 de agosto de 2023
Hybris: la soberbia del poder
El cristianismo le robó al paganismo algunos dioses, ciertos ritos y el Niño Jesús (que ahora se vende en los chinos al mismo precio, 1,50€, que su antepasado, el Cupido romano), y, también, nociones, como la hybris, (en cristiano: soberbia, desmesura, orgullo, insultos, prepotencia). Los dioses, o el Espíritu Santo, han castigado severamente estos excesos desde Agamenón hasta Rubiales y Juan Carlos Monedero. A mis cortas luces, esta herramienta, la de la hybris, se la inventaron los paridores de dioses, para que nadie intentase ser como ellos, no como los dioses –difíciles de localizar en el espacio-tiempo-, sino como los administradores de la ausencia de Dios, los que vienen cobrando por suministrar a la humanidad este valium de esperanza, ese específico contra la nada, al que han dado en llamar LA DIVINIDAD. El ominoso caso de Rubiales o el placaje a que sometió Monedero a Soraya Sáenz de Santa María, tras la moción de censura, han sido castigados ejemplarmente. En el caso de Rubiales, como muy bien apuntó este reputado teórico de género, no aparece para nada el deseo, la libido, sino el ejercicio descarnado del poder, ejercido sobre una futbolista, considerada inferior, ‘una niña’, en argot del deporte femenino, con un beso en la boca, que la poesía y el cine han consagrado como símbolo erótico. El pasado día 27, Monedero escribe en El Público: "Porque no puede ser lo mismo robar un beso, deslizar la mano en un trasero, toquetear sin su permiso a una mujer, violar con violencia, violar en grupo o violar y asesinar”; o placar a una mujer, como hizo el cofundador de Podemos el 1 de junio de 2018 con Soraya Sáenz de Santa María. El PP acababa de perder la moción de censura y Monedero trincó por los hombros a las puertas del Congreso a la vicepresidenta y le espetó: "Me alegra que os vayáis". La política le contestó: "Chico, esto es la democracia," y lo agarró por los brazos para librarse de su condescendiente llave patriarcal. La hybris de Rubiales, su inconmensurable soberbia, ha escandalizado a millones de personas. Borrell ha dicho una gran verdad sobre el caso: que nuestras mujeres están aprendiendo a jugar como los hombres. Así es; igual que muchos hombres estamos aprendiendo a hacer croché como las mujeres. Y es que las especialidades ancestrales de hombres y mujeres se han vuelto, venturosamente, fluidas. La irrupción de las mujeres en la vida pública es imparable: luctuosamente, fueron las Guerras Mundiales las que las sacaron definitivamente de sus casas, ante la falta de hombres. Viendo cómo la princesa Leonor hace la mili, debemos concluir que pocos trabajos van a ser exclusivos de un solo sexo. Solo parir resulta aún actividad reservada a las mujeres. Pero todo se andará.
martes, 29 de agosto de 2023
Sin el sexo como alcahuete
viernes, 25 de agosto de 2023
La mano que mece unos huevos
la donna mia quand’ella altrui saluta,
ch’ogne lingua deven tremando muta,
e li occhi no l’ardiscon di guardare.
Ella si va, sentendosi laudare,
benignamente d’umiltà vestuta;
e par che sia una cosa venuta
da cielo in terra a miracol mostrare.
Mostrasi sì piacente a chi la mira,
che dà per li occhi una dolcezza al core,
che ’ntender no la può chi non la prova:
e par che de la sua labbia si mova
un spirito soave pien d’amore,
che va dicendo a l’anima: Sospira.
miércoles, 23 de agosto de 2023
Moisés en Silicon Valley
Los humanos, dueños de más o menos inteligencia natural (IN), tenemos en el cerebro alguna conexión equivocada que nos lleva a necesitar de mediadores entre el misterio y nosotros. Porque misterio, haberlo, haylo. ¿A ver quién sabe decirme a estas alturas qué hacemos 8.000 millones de criaturas perdidas y solas en el espacio curvo, entre galaxias y agujeros negros? Que alguien me lo explique. En el fondo del agujero negro de la nada, se agazapan, junto con la esperanza, las dudas y los miedos que los mediadores vienen aprovechando para sembrar el incierto destino de la humanidad de promesas de salvación eterna y terrenal. Estamos preparadísimos para que nos prometan cosas irrealizables e imposibles, y no sólo para creérnoslas, sino para pagar durante miles de años a sus autores. Ahora estamos a las puertas de que alguien suba de nuevo al Monte Sinaí para recibir, en exclusiva, del dios de la Inteligencia Artificial las nuevas tablas de la ley. Los CEOS de openAIl, Microsoft, Google y Anthropic aspiran al puesto de Moisés. Intentan, por separado, contar con la ayuda del padrecito Estado para arrojar a los otros del Templo Sagrado del Conocimiento. Amenazan con que, si no son ellos los que desciendan de Silicon Valley con la tablas de la ley, nos puede pasar de todo. Por ahora – creo-, Quevedo, Petrarca, Broncano, José Mota y este bloguero tenemos poco que temer de la IA (y de su Moisés). Porque, a la presente, la IA no alcanza a hacer nada más que poemas mediocres y chistes vulgares, sin gracia, tabernarios. Acabo de comprobar, y solo he necesitado del escrúpulo de inteligencia natural (IN) que recibí de mi genoma, que la ironía, lo que viene siendo el algoritmo de Facebook, no la capta. Escribo en mi muro esto: “Que lo sepáis: el tomate contrimás mataúras tiene, más sabroso. Matad a todo aquel que os diga que el tomate 'marida' con el aguacate o con cualquier otro producto exótico: una navaja, un puñaíllo de sal... y pa’ dentro. Unas goticas de aceite no le vienen mal”. Inmediatamente el algoritmo detecta el verbo ‘matar’ y me advierte de que si no lo corrijo, me cerrarán la cuenta. Me han tomado por un asesino en serie. Sustituyo ‘matad’ por ‘mirad mal’ y transige. Y me perdona. Deduzco, entonces, que el algoritmo de Facebook es más torpe que este bloguero de arrabal. Y ya es decir.
lunes, 21 de agosto de 2023
Apostatemos del patriarcado
A veces, me gustaría saber dónde puede uno apostatar del patriarcado. Si lo supiera, ahora mismo me borraba. Monedero y Rubiales dificultando que hombres y mujeres nos llevemos mejor. Las mujeres agredidas, Soraya Sáenz de Santa María y Jenny Hermoso son personas de una calidad humana y profesional muy superior a la de estos dos energúmenos. ¡Malditos, no pongáis vuestras sucias manos sobre ellas! Por cierto, la reina -mujer, antes que reina- también chupó cámara e inmatriculó para la monarquía el éxito de las futbolistas.
domingo, 20 de agosto de 2023
¿Se equivocó la Paloma?
miércoles, 16 de agosto de 2023
¡Pechos fuera!
"Yo debía haber comprendido, después de leer tantas novelas, que las mujeres les gustan a todos los hombres, pero todos los hombres no les gustan a todas las mujeres" F.G. Lorca
domingo, 13 de agosto de 2023
Afrodita Z / Amaral en concierto
Armas cargadas de futuro. Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros pechos no pueden ser sin pecado un adorno, estamos tocando el fondo.
Raíces al descubierto
jueves, 10 de agosto de 2023
Libros sin techo
Miré unos libros abandonados en la calle, cuidadosamente apilados, con la misma mirada compasiva que dedico a las mascotas abandonadas por sus dueños en vacaciones. Todavía no he dejado mis libros en el postigo de algún convento, como huérfanos sin padres, pero quizá lo haga. He probado con bibliotecas locales y provinciales para que acojan mis 6.000 libros, pero no hay quien los quiera adoptar. No disponen de espacio para ellos ni tiempo para catalogarlos. Me sugieren que done los más espabilados a alguna librería de viejo. ¡Los he amado tanto! No los he leído todos, ni mucho menos, pero ahí estaban por si buscaba un referente, un respaldo, una nota. El ebook está acabando con los de papel. Quizá no hubiera reparado en esos libros callejeros si no hubiera visto en uno de los rimeros El florido pensil de Andrés Sopeña, en la singular compañía de obras de Luca de Tena o de Harold Roobins. Escribí al autor informándole de mi hallazgo y de que no lo había adoptado porque ya lo tenía y porque confiaba en que lo recogieran manos amigas a las que aprovecharan las enseñanzas que el libro contiene sobre cómo nos educaron en la Dictadura. Le mandé una foto de los libros y me alertó de que el suyo era “un incunable: hubo que cambiar esa portada -la de la foto, que era de la Editorial EDELVIVES-, propiedad de los Maristas que pidieron un millón de pelas por usarla. Les dijimos que carecían de derechos sobre ella y contestaron que lo sabían, pero que nos llevarían a juicio, que se paralizaría la distribución, y que, para cuando ganásemos, habrían pasado meses y el lucro cesante sería descomunal. Pagamos y pusimos mi foto en su lugar… En cuanto a las "lecturas", a las interpretaciones posibles de la foto –me dijo Sopeña- dan para uno de tus artículos..., o para una tesis doctoral. Lo que Edad prohibida o Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena, por ejemplo, aportaron a la forja del mundo de valores, creencias o principios en su momento, frente a lo que significarían ahora; o las razones de ese "abandono", las razones de “ese” concreto abandono, esa colocación esmerada, los sentimientos y sensaciones experimentados por los que los leyeron … Dudo mucho que los haya abandonado el propietario o propietaria, pero bien podría ser una viuda o viudo, un hijo... Eso sí, están muy gastados, muy leídos”. Pasé al rato, y El florido pensil ya había sido adoptado.
lunes, 7 de agosto de 2023
Los amantes del barranco de Víznar
Allí estábamos los dos, en el Barranco de Víznar, como el soldado del soneto de Rimbaud El durmiente del Valle, dormidos sobre la mullida cama de campo de hojas de pino. Cansados, risueños, felices, en una tregua de nuestros juegos amorosos. Cómo es posible que no conociésemos nada, en aquel verano de 1963, del calvario y la muerte por los que habían pasado, hacía años, los cientos de personas que fueron asesinadas y enterradas en aquellos parajes, y que ahora nutrían los frondosos árboles que nos protegían (eso creíamos nosotros), de miradas indiscretas. Rimbaud le oculta al lector, hasta el último verso, la tragedia que esconde ese soldado que parece descansar plácidamente. Teníamos sólo 20 años, pero eso no es excusa. Todavía la Sección Femenina se mantenía agarrada a uno de los momios que ganó en la guerra: El Servicio Social. El ejército permitía que los jóvenes universitarios hicieran la mili en verano para que no perdiesen curso. Pilar Primo de Rivera y sus chicas encuadraron a las jóvenes españolas en una especie de servicio militar, de corta duración, al que llamaron Servicio Social, obligatorio sólo para las universitarias o para las jóvenes que querían obtener una plaza en la Administración del Estado. En el albergue de Víznar hacían el Servicio Social las universitarias granadinas; en su entrada se podía leer este lema teresiano: "En la casa de Teresa, o no hablar o hablar de Dios". El catolicismo y la Falange se llevaron de perlas después de la guerra, y disfrutaron ambos del botín de la Victoria. Pero ese día, en el Barranco, alguien nos acechaba y fue a contárselo a las gerifaltas. Mi amiga fue obligada a disculparse delante de todas sus compañeras. Nunca he experimentado el más leve sentimiento de culpa por haberla amado siempre que pude. Sí sufrí, viéndola humillada por aquellas estantiguas azulonas que tenían miedo del alba, miedo de ver, miedo de oír, miedo de tocar. Tenían miedo de amar apasionadamente, que cantara el poeta turco Nazim Hikmet. Paseo con frecuencia por la carretera que une Víznar y Alfacar, abrumado, a veces, por una sensación de estupor y de tristeza, al recordar a los que fueron asesinados en ese sitio. Y, cuando paso por el Barranco, me estremezco, porque, ahora lo sé, aquella naturaleza maravillosa que nos abrazaba, como en el verso final del poema de Rimbaud, se alza indiferente sobre cuerpos inertes, rotos por las balas.