miércoles, 21 de septiembre de 2011

Las cosas del poder

Las divergencias entre políticos terminan frecuentemente en los tribunales. De por sí los juzgados están atestados de casos, pero si el legislativo y el ejecutivo resuelven sus discrepancias en los juzgados ¿dónde acudimos los demás por un asunto de lindes o por el robo de una maceta? No nos dejan que usemos nada del Estado de derecho. No lo dicen, pero lo piensan y lo quieren:"To pa mí, to pa mí". Para las obligaciones, el Estado somos nosotros, para los derechos, el Estado son sólo ellos. Saturación de poderes.

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