El atril, un registro de la luz: contención del gasto
El dilema es este: ¿qué contribuye más a la vida en común, a la supervivencia de la especie, un himno municipal, con letra y música, o una entrada en un blog, pretendidamente corrosiva, atacando al nacionalismo local? ¿Existiría el choto al ajillo, los romances, el ecofeminismo, heredero de las curanderas, celestinas y agricultoras de los siglos oscuros, el encaje de bolillos, el sentido común, las cabañuelas y la morcilla de cebolla sin un poderoso espíritu de campanario? ¿Existirían ni tan siquiera las palabras sin el amoroso cuidado que durante miles de años les han dedicado gentes enamoradas de sus pueblos, de sus tradiciones, de sus comunidades? ¿Gentes que comprendieron, mucho antes de que se descubriera la escritura, que la palabra era un delicadísimo instrumento de grabación y transmisión de la experiencia humana? El himno de la foto nace con palabras, con letra, detalle que envidiarían algunas naciones, incapaces de ponerse de acuerdo en unas palabras que no molesten a nadie y que puedan ser entonadas en los partidos internacionales de fútbol. La letra es imprescindible en un himno, mientras se canta, no hay que preocuparse de aparecer muy transcendente, no hay que llorar, ni extasiarse, con no desentonar, es suficiente. La gestualidad propia del canto, nos libera de los excesos del teatro. Nuestro himno (1) es un paso más en la construcción de la identidad nacional de un pueblecito del área metropolitana de Granada. Ya tenemos bandera, hazañas bélicas, en gestación, institutos armados, jefe de la iglesia local, que consciente de su papel institucional, en las fiestas, junto con las homilías, manda saludas a sus feligreses. Sólo nos falta acuñar moneda, por ahora nos consolamos con que la efigie del alcalde aparezca repetida en las publicaciones municipales, mientras llega el euro. Desde luego pienso que la tensión nacionalista del pueblo en el que vivo está haciendo más por la vida en común que esta entrada de mi blog. Sin duda.
(1)
Letra
Pueblo de Cájar
Granada tiene un pueblo
que brilla en la lejanía,
Cájar se llama de nombre
por el sueñan nuestras vidas.
El aroma de sus calles
perfuman la noche y el día,
qué orgullosos nos sentimos
de vivir en esta tierra
la más bella de Andalucía.
Azul y blanca tiene su bandera
azul y blanco son los recuerdos
de jazmines blancos en primavera
de cielo azul de verano
de ensueño.
Bandera de Cájar que ondeas
al viento sobre los balcones
tan llena y radiante de luz
que embriagan tus colores,
y al son de un himno cantamos
y gritamos con esmero,
Cájar, Cájar, Cájar
!Viva!¡Viva mi pueblo!
De amor se llena el viento
por nuestra enseña divina
así nuestros sentimientos,
con tu historia se cautivan.
Pueblo pequeño y hermoso,
un sueño de Andalucía,
grandes son los corazones
de habitantes generosos
que por ti darían la vida.
Granada tiene un pueblo
que brilla en la lejanía,
Cájar se llama de nombre
por el sueñan nuestras vidas.
El aroma de sus calles
perfuman la noche y el día,
qué orgullosos nos sentimos
de vivir en esta tierra
la más bella de Andalucía.
Azul y blanca tiene su bandera
azul y blanco son los recuerdos
de jazmines blancos en primavera
de cielo azul de verano
de ensueño.
Bandera de Cájar que ondeas
al viento sobre los balcones
tan llena y radiante de luz
que embriagan tus colores,
y al son de un himno cantamos
y gritamos con esmero,
Cájar, Cájar, Cájar
!Viva!¡Viva mi pueblo!
De amor se llena el viento
por nuestra enseña divina
así nuestros sentimientos,
con tu historia se cautivan.
Pueblo pequeño y hermoso,
un sueño de Andalucía,
grandes son los corazones
de habitantes generosos
que por ti darían la vida.
Yo tenía un bisabuelo, pastor de ovejas y analfabeto funcional, el cual, mientras pastoreaba componía romances, cuyos temas eran historias de su aldea; nunca los escribió, hasta el momento en que supo que le llegaba la hora de partir -ligero de equipaje- y llamó al único nieto suyo universitario y le pidió que escribiera lo que él le dictaría. Aquellos romances los conservamos sus bisnietos y son perfectos de factura, siguiendo la métrica tradicional: el octosílabo -ritmo de nuestra hermosa lengua- la asonancia y la rima (- a - a etc.).
ResponderEliminarPor lo que me da como una especie de repelús la métrica que ha usado el autor/a del himno de un pueblo que parece que intenta convertirse en República independiente o monarquía o lo que sea.
¿Para cuándo el Referendum? Que a mí me gusta mucho votar, después de no poder hacerlo durante treinta y tantos años.