La fuente del Salón
A la espera de la creación de una ONG -¿Estatuas granadinas en la frontera del mal gusto?-que se ocupe de los intereses de las maltratadas estatuas granadinas, me haré cargo de oficio de su defensa. En este blog se han tocado ya los casos de la dedicada a José Antonio en la plaza de Bibataubín y de la erigida a Agustín Lara, cumple ahora dar la cara por la del atlante desnudo de la nueva fuente del Paseo del Salón.

Tan poco preparada para sufrir los agravios de las batallas de la edad como la de Agustín Lara. Si aquella olvida que el canón para estatua con pretensiones de permanencia ya lo habían fijado los griegos, desde la época arcaica, anclando los dos pies de las esculturas humanas firmemente al suelo,esta del atlante, descuida también el modelo clásico. Los escultores griegos, en lo tocante a desnudos masculinos, diseñaron unos penes juveniles, retraídos y prudentemente erectos, para que nadie saliera perjudicado en las comparaciones. Pero, en Granada, el artista, asustado quizá por "las políticas de género" en boga, ha esculpido para nuestro hombre un pene larguirucho, flácido y repulsivo, que muestra un desprecio por el mundo helénico suicida en lo que se refiere a tallas con pene. Si ser estatua sedente, como la de Lara, ya resulta insufrible, la pena de ser estatua con pene en Granada, es flagelante (¿flacidante?).
¿Cuando dejarán los hombres de hablar de penes?
ResponderEliminarPues yo creo que este pene pétreo, está diseñado no con un espíritu hedonista, ni menos aún sensual....Sino pensando en la población que lo va a contemplar....Españoles, muchos, impregnados con el almizcle de la envida y la pudibundez pacata....Así que el pene estatutario está diseñado, con un ánimo de " no molestar ".....Es una imagen de pene, descrito a la par que sencillo
ResponderEliminar1. Hasta hace muy poco sólo se hablaba del pene.
ResponderEliminar2. Desde hace unos años casi no se habla nada más que del sexo femenino. Deuda histórica.
3. Hoy no está bien visto que los hombres hablen de su sexo. Bastante han hablado ya.
4. No creo que se llegue a la situación anterior, invertida, y que sólo se pueda hablar, empachosamente, de la sexuallidad femenina.
5. Las mujeres sí pueden hablar del sexo masculino, fundamentalmente del pene, y de su logística. Cuando es conocido que una de las cosas que más asombra y descorcierta a la mujer es enfrentarse con un pene, sin libro de instrucciones. Les resulta un mecanismo raro, al no tenerlo ellas, y de funcionamiento enrevesado.
6. Buen rollito cuando una mujer habla de que no le importa la longitud del pene del macho de la especie. La bella y la Bestia: debajo de un pene pequeño, se puede ocultar una gran persona. Por otra parte nadie mejor que las mujeres para saber si el tamaño es definitivo o no. Para los hombres también es un arcano la sexualidad femenina y sus resortes de activación. Tampoco conocemos muy bien la nuestra.
7. El problema es, con razón o sin ella, que el macho sí le da importancia al tamaño de su pene. Mejor es tenerlo estándar. Si yo fuese hembra me gustaría que el macho elegido tuviese el pene confortablemente pequeño: así el hombre se esfuerza por agradar y es más sociable y menos exigente.
Me he atascado en el punto 7, me gustaría llegar hasta el 10, número mágico de judeocristianismo, pero me he quedado corto.