lunes, 7 de julio de 2014

Pequeña Miss Sunshine

Fotograma de la película
Ayer vi la película "Pequeña Miss Sunshine (2006)". En esa peli están los cánones que rigen para muchas mujeres americanas de clase media baja; cánones que nos han trasladado íntegros, más los que aquí florecen espontáneamente. No hay director de cine español que se atreva a desmontar con tanta ferocidad y tanta ternura los 'cánones' de comportamiento de las mujeres de la emergencia española: bodas, con damitas de honor y maltrato musical al novio, despedidas de soltera, primeras comuniones con novias enanas con el ajuar colgado en la red, incluidas braguitas y misal de las niñas, confirmaciones, juanes y medio, stripper recién nacidas. Narcisismo. Ni hay aquí un productor que ponga una gorda para hacer una película como "Nebraska", (2013), dónde se ve la miseria moral y cultural en que sobreviven las criaturas -hombres y mujeres- en la trastienda del imperio USA. Sólo nos atrevemos con los sevillanos y los vascos, pero muy superficialmente, más que nada por cobardía y falta de medios (v. "Ocho apellidos vascos" de 2014). Todo esto lo digo desde la humildad egoísta del compañero de viaje. Porque yo no soy feminista, simplemente coincido con aquellos feminismos que persiguen la igualdad de derechos y deberes de mujeres y hombres. Y todo por puro egoísmo: me acojo al derecho romano, "Do ut des" y "Facio ut facias"*. No puedo soportar que nadie se sienta explotado por mí y que se crea con el derecho a pasarme la factura constantemente. Luego está la mala educación recibida y la pereza que, en ocasiones, me llevan a salirme de un programa tan aseado.
*Doy para que des y hago cosas por ti para que tú hagas cosas por mí.

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