lunes, 5 de agosto de 2013

En la cueva del Parlamento

Grandes aplausos
En la Cueva del Castillo, en Cantabria, unas manos prehistóricas parecen aplaudir. Las manos rupestres pueden tener hasta 40.000 años. No se sabe si son obra del casi agónico hombre de neandertal o del triunfante sapiens. Este último tiene motivos para aplaudir: se ha quitado de en medio un competidor. Pero si las manos son obra de los perdedores, de los neandertales, ¿por qué iban a aplaudir? ¿Rituales funerarios o demencia senil? Los parlamentarios que aplaudían, como boxeadores sonados, el día de la comparecencia de Rajoy, ¿por qué aplaudían molestando a muchos españoles?: ¿sapiens o neandertales? Más bien dementes.

2 comentarios:

  1. Aplaudirían los mismos que aplaudieron eufóricamente el día que se aprobó en el Congreso la intervención en la Guerra de Irak.

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  2. Coco Vida, son obvios. Gracias y un saludo afectuoso.

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