En tiempos de desolación, remedios caseros.
El rey Felipe IV, tras unos inicios de reinado brillantes, tuvo que asistir a la desmembración del Imperio en los últimos años de su reinado. Lo que no le impidió, como a Arias Cañete, proponer remedios caseros para hacer frente a las turbulencias. Cañete se mete en nuestro cuarto de baño y nos corta el grifo del agua caliente, Felipe IV se introducía en el boudoir de sus cortesanos y les recortaba copetes y guedejas. El hombre tuvo la mala suerte de morir de disentería (se fue de bareta). Dios quiera que a Cañete no le dé un pasmo con el agua fría y se nos quede en la ducha.lunes, 22 de abril de 2013
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