La lagartija, cuando la ataca un depredador (no todos los depredadores han educado su paladar en el Bulli), se desprende de su rabo que sigue agitándose un cierto tiempo. El depredador (los hay poco avisados), se obceca con el apéndice y deja escapar la lagartija que no tarda mucho en regenerar su cola. Rubalcaba ha soltado a Zapatero, que sigue agitándose, en declaraciones y comparecencias, con el ritmo y la cadencia que tanto atrae a sus enemigos. Estos, acostumbrados a culpar a Zapatero hasta de que las hileras de hormigas que invaden sus despensas en verano, desdeñen la gota de veneno con que intentan alejarlas de sus viandas, mordisquean el rabo-por no hacer mudanza en su costumbre-, y dejan escapar la lagartija-Rubalcaba, que no tardará en disponer de un cuerpo político como nuevo. Con posibilidades de escapar del fracaso. Cambiar de enemigo y de argumentos es más difícil que abandonar "Maderas de Oriente" y pasarse a "Eau de Cologne light blue pour homme de DOLCE & GABBANA, ". ¡Todavía quedan en España anticomunistas!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
O sea, Pablo, ¿a la caza de los pequeños saurios (mejor: de sus rabos) andan los dinosaurios?: ¡Se van a indigestar!
ResponderEliminarBuen domingo, amigo
Miguel, tengo amigos que han contraído esa enfermedad. Todo lo veían negro, negro, negro Zapatero. Y si te cogían en la calle te daban un coñazo impresionante con la maldad de este hombre, al que yo veía sólo como un enamorado del poder, como todos, inconsistente y frívolo, especialista, cuando las cosas se ponían mal, en soltar un rabo de lagartija detrás de otro para despistar y entretener a los dinosaurios mientras que él era incapaz de resolver algún problema real. En fin, ahora veo que esa estrategia quizá la trazara, al alimón, con el sibilino Rubalcaba. Gracias siempre y salud.
ResponderEliminarOtros cogerían el rabo de lagartija y aprovecharían para hacer una poción mágica, ya veo a Rajoy como un druida dándole vueltas al viscoso líquido...¿el resultado? Un nuevo enemigo con el que asustar a las masas. Ya no será "que viene el coco -o Zapatero-" ahora se sustituirá por "que viene Rubalcaba..."
ResponderEliminarGracias,
Iria.
Querida Iria, se trata de convertir la política en magia, como apuntas, de desenclavar las causas de los efectos. Esa poción, si la cuecen, les puede servir. Gracias, un beso.
ResponderEliminar