miércoles, 6 de julio de 2011

2011, una odisea en la Habana

EL vídeo de 14 minutos en el que el presidente venezolano Chávez anuncia que le han extirpado un tumor abona la teoría de que ciertas obras de arte se inspiran en un episodio bárbaro o desagradable. Algunos estudiantes de Clásicas abandonan esta especialidad para no tener que enfrentarse con las atrocidades que se consuman en la Ilíada o en laOdisea. Uno de estos jóvenes me confesó que recordaba perfectamente el fragmento de laOdisea que le había hecho perder la fe en las Humanidades. Es aquel en el que Telémaco, por orden de su padre, ahorca a doce esclavas de su madre. Según el relato oficial, habían confraternizado con el enemigo y habían consentido que los pretendientes, que chocaban con la integridad de Penélope, encontraran alivio en sus camas. Aunque ciertos rumores, que atravesando el filtro del tiempo han llegado hasta nosotros, hablan de que las esclavas eran testigos incómodos de las infidelidades de Penélope con, al menos, 12 de sus pretendientes. Sea como sea, el pasaje en el que Homero detalla la ignominia contiene una de las comparaciones más deslumbrantes de la Odisea. Y es que en torno al siglo VII, antes de Cristo, se escribía muy bien. Prueba de ello son la Biblia, el Poema de Gilgamesh o la misma Odisea. También es verdad que los autores de estos libros eran o dioses o semidioses u homeros. 

Canta Homero que Telémaco "ató la maroma de un navío de azulada proa a una elevada columna […] y la tensó a una buena altura, de modo que ninguna llegara con los pies al suelo. Como cuando los tordos de anchas alas o las palomas se precipitan en una red de caza, extendida en un matorral, al volar hacia su nido, y les aprisiona un odioso lecho, así ellas se quedaron colgadas con sus cabezas en fila, y en torno a sus cuellos les anudaron los lazos, para que murieran del modo más lamentable. Agitaron sus pies un rato, pero no largo tiempo". 

De anécdota tan fiera, y no es la más cruel de la Ilíada y la Odisea, nace el turbador texto de arriba y del cáncer de Chávez surge uno de los documentos antropológicos sobre el poder más productivos de Youtube. En esa pieza maestra de la demencia, el presidente narra la lucha contra su tumor como si de la batalla de Samotracia se tratara. El angustioso y degradante laberinto de operaciones y quimios, Chávez lo convierte en una epopeya cubana. Tan singular es el producto que sólo lo va a entender el que lo vea. Encontrarlo en la Red es fácil. Propongo un título épico para este vídeo: La Tumoríada, y me atrevo a resumirlo: "A algunos les duele más abandonar el poder que la vida".

2 comentarios:

  1. Mas que dolor, terror incontrolable produce la idea de que el poder sea arrebatado, que no abandonado...

    Morir es algo que no parece entrar en las perspectivas de proximidad... y es mas real y próximo que toda la ilusión del poder

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  2. Ana María, en la última película de Woody Allen, Hemingway aparece obsesionado con la idea de que el amor trasmite la sensación de que eres eterno, de que no te puedes morir, si lo tienes, y el poder, pienso yo, debe de producir una sensación parecida. ¿Cómo me voy a morir, pensara el poderoso, cuando me quedan tantas cosas por hacer y tantas personas dependen de mí? Gracias, amiga, por tu presencia en mi blog. Un abrazo.

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