martes, 16 de febrero de 2010

Discriminación (muy) negativa

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En una ocasión, una amiga pidió a Pánfilo –nuestro jubilado disruptivo- que le presentara una novela que acababa de publicar. El hombre se pasó los 20 minutos de su intervención  exponiendo los que él creía rasgos claramente femeninos de la narración. Cuando acabó, Pánfilo estaba contento, creía haber prestado un gran servicio a la dama escritora. Pero ella no necesitaba un Quijote que la clavara con su lanza en la condición de escritora. Ella quería ser autor, escritor. No escritora ni autora. Se enfadó un poco con Pánfilo. Él aprendió bastante con aquello y terminó dándole la razón a su amiga. Pero hasta que no leyó Sueños en el umbral, de Fátima Mernissi, no entendió del todo el problema. La escritora marroquí, heredera del inteligentísimo y realista feminismo egipcio y turco, propone en su obra algo, aparentemente, tibio, pero tremendamente revolucionario en el fondo: el primer paso de la liberación de la mujer consiste en meterse en la piel del hombre, en ocuparla del todo. Ser escritor plenamente, antes que escritora, ciudadano con todos los derechos, antes que ciudadana, obrero, antes que obrera.  Mernissi cuenta cómo los nacionalistas marroquíes, hacia 1956, aceptaron que sus hijas fueran a la escuela vestidas con la cómoda y ligera chilaba masculina y que abandonaran el jaique, pesadísimo manto de algodón de 7 metros de longitud que convertía en un suplicio el desplazarse 4 veces al día al centro escolar. Esto fue un paso importante.

Pánfila, que conoce las cavilaciones del hombre con el que le gustaría compartir para siempre una casita con vistas en las redes sociales, alertó hace unos meses a su amigo de que iban a tener lugar en Granada, en diciembre de 2009, treinta años después de la celebración de las primeras en la misma ciudad, las Jornadas Feministas Estatales. Pánfilo corrió a apuntarse para ver cómo les sentaba el conquistado traje masculino a las participantes. Pero se le dijo que no se admitían hombres.  Luego los periodistas que cubrían, sin facilidades, el acontecimiento le informaron de que en las primeras Jornadas, en 1979,  los compañeros de viaje, amigos y maridos de las participantes, sólo pudieron asomarse a la guardería, pero tampoco fueron invitados a los debates. Las parejas lesbianas fueron admitidas sin discusión. Nuestro jubilado disruptivo, desolado, pensó que en 30 años las organizadoras de estas reuniones, descartado desde el principio el traje del varón para deambular por la vida pública, no han sido capaces de diseñar aún su propio traje y quieren unos años más para seguir cosiéndolo en secreto. Pánfila, seductora en la red,  reconoció paladinamente en una entrada de su muro de Facebook que hay cosas que, desgraciadamente, siguen siendo sólo para mujeres: llevar de casa en casa la capillita de la Virgen  Milagrosa y  encerrarse a cal y canto en las tradicionales Jornadas Feministas del Estado Español. No hay nada más que repasar las listas de participantes en las dos frivolidades.

12 comentarios:

  1. Pánfilo; ¡Qué razón tienes! Yo también soy una Pánfila disruptiva; soy a la vez feminista y asistí hace 30 años a aquellas II Jornadas, donde no admitían a ningún varón (aunque en el vestíbulo del "Manuel de Falla" se encontraban varias mujeres travestidas). En las que se celebraron en diciembre pasado, yo presentaba una ponencia a la que querían asistir sobrinas y sobrinos míos con su novios/as; le pregunté a una de la organización -muy granadina ella y muy graciosa- si tenían que apuntarse para asistir y me contestó: -Mira, pues ya ves, la cosa está como hace 30 años, que no, que no dejan entrar a hombres...¡como están las cabezas!...(esto pronunciado en granadino). Me pareció tan demencial que decidí no asistir nada más que a mi exposición.
    Quiero destacar que los dos primeros libros feministas que leí en mi adolescencia me los colocó en las manos mi señor padre -el de Betty Friedan "La mística de la feminidad" y "La secreta guerra de los sexos" de Mª de los Reyes Laffite, condesa de Campo-Alange-.
    Otra de las "Biblias" del feminismo: "El segundo sexo" de Simone de Beauvoir, me lo compró en Córdoba "mi compañero de viaje" en una preciosa edición argentina. Bien es verdad que tanto mi abuela materna (nacida en 1881), como mi madre y mis tías ya predicaban la emancipación de las mujeres desde que yo recuerdo. Y ¿vamos a dejar a los hombres fuera ¡qué mal rollo, compañeras! SALUDOS FEMINISTAS!

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  2. Je, jé, no sé cómo teneis cojones/ovarios de entrar en este mar de los sargazos dialéctico-biliar sin vuestro abogado/a de bitácora. A mí me pasó igual con las Jornadas, ilusionado con que fueran tomando fuerza "lasotrasfeministas", como ellas mismas se autodenominaron en un manifiesto hace unos tres años, en el que defendían la custodia compartida, la no institucionalización de un feminismo light centrado únicamente en el lenguaje y cierto victimismo universal, la recuperación de un feminismo militante y de clase, etc... digo que, ilusionado iba pallá y no sólo no pude entrar yo (que al fin y al cabo, soy sospechoso por ser padre soltero y querer igualdad de derechos en mi paternidad), es que mi hermano, que lleva diez años dando talleres de Igualdad, junto con su compañera de vida y de trabajo, en todos los colegios e institutos de Granada tampoco pudo entrar. Ella si, aunque llegó a pensarse el boicot. Yo creo que pa las próximas nos vamos directamente al bar a bebernos unos tubos y ver una exhibición del Barça y ya nos contarán luego en casa nuestras señoras como es eso de la igualdad segregacionista ésa. Salud, República e Igualdad (...de oportunidades para todos y para todas, pa los más ricos y pa los menos, pa los del Norte y pa los del Sur...)

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  3. La culpa la tienen las jubilaciones anticipadas que dejan en la palestra dialéctica a seres que cobran todos los meses del Estado, sean cuál sean sus alucinados pronunciamientos, sin muchas ambiciones insignificantes,felices de recibir el sol por la mañana en la cara limpia, sorprendidos por que los libros que necesitan seguir leyendo se los compra su "seño" directora de la biblioteca pública, agradecidos porque cuando enferman los cuidan en la Seguridad Social y convencidos de que esa mujeres que no quieren ser observadas, aunque ponen en funcionamiento todos los días algún observatorio inútil y chivato, no quieren que vayan los tíos a sus cositas para arreglar las cuentas entre ellas y quedarse con el traspaso, sin tener que repartir poder con más criaturas. Están en la primera fase de eso que llaman( con su habitual y maoísta desprecio por el lenguaje de todos) empoderamiento. Cuando salgan de su ghetto de elección,!que Simone de Beauvoir nos coja suficientemente feminismitizados! (joé, qué mal suena la palabreja, todo lo malo se pega).

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  4. Adriana, he vuelto a ver el episodio de la lapidación de la vida de Brian, y he sentido compasión por el funcionario israelita que dirige la ejecución del blasfemo, y temor por mi suerte.

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  5. Mi solidaridad y cariño para el Corleone granadino! (pareado en decasílabos, osti, Pedrín).
    Sigo con el temita: ellas, que tan preocupadas están por la lengua -ellas dicen "lenguaje", se lo han sacado de la manga ¿qué tendrá que ver?- y cuando escriben un manifiesto, no hay hablante castellano que lo entienda; pero, claro, hay que respetar lo que escriben porque lo han hecho en Asamblea. ¿Es que la asamblea es un ente que sabe escribir? Hartica estoy de disparates, dislates y feministas de medio pelo. ¡He dicho!

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  6. La reflexión que a mí me gustaría hacer sobre las Jornadas (también estuve allí, un ratico no más), es del tipo estético. Quisiera hablar de la estética de las Jornadas. Pero me voy a guardar mi reflexión ya que no quiero que, a mi costa, se inventen ningún palabrejo más o me tachen de algo que no soy. Machistóloga, Sufrajántropa, Homofemonóloga, o algo peor...

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  7. Harían bien las de las Jornadas en dirigir sus miradas (y pabellones auditivos) a determinadas mujeres (son pocas) que han luchado por la igualdad no desde el odio hacia el macho, sino desde perspectivas mucho más inteligentes y enriquecedoras. Mujeres que, a sus espaldas, llevan horas de estudio y lectura para comprender mejor esto del Feminismo...

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  8. Entrar en la estética del asunto si que puede llevarnos a un callejón sin salida. Cada uno se ofrece al público como le place y aquí sí que no se puede hablar de mejor o peor. Lo que le parece bien a éste, le puede parecer mal al otro, en lo relativo a la moda. Hay algo que me interesa más que la estética: ¿cuántos años necesitarán las organizadoras de estas Jornadas para celebrarlas sin exclusiones? A no ser que como el PNV, en lo que se refiere a ETA, estén esperando a que los machos de la especie desaparezcan como por ensalmo? La magia no funciona siempre. Y si no podemos acabar con los hombres, que son muchos y parece que no huyen, si no podemos lograr que desaparezcan, vamos a ir hablando con ellos. A ver si los podemos convencer de que tienen que cambiar en muchas cosas para llevarse bien con nosotras. Y Que nosotras ya estamos cambiando para llevarno bien con ellos.Si después de 30 años, tenemos que seguir reuniéndonos a puerta cerrada es que alguien no está trabajando bien o que no le interesa más competencia.

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  9. Hace un par de años tuve la dudosa suerte de poder impartir unas clases en la facultad de medicina y cuál fue mi sorpresa cuando a la clase sólo vinieron mujeres. Antes de empezar la clase pregunté a las nínfulas sobre el origen de tan agradable singularidad y me dijeron que en ese curso sólo había 2 chicos y no habían venido por gripe (mariconazos pensé). Resulta que el 80 por ciento de los alumnos de primero de Medicina son alumnas y si le sumamos el hecho de que el MIR ha sido aprobado por un 80 % de chicas nos queda una cantidad ridícula de chicos accediendo a hacer especialidad en los hospitales. Me consta además que en otras carreras se manejan datos parecidos salvo en las más técnicas. Con esto se demuestra que no es necesario a estas alturas de siglo, defender la igualdad de sexos en ningún estamento, ni 50%-50% ni leches. Mi lema es: ni un solo gilipollas en un puesto para el que no esté adecuadamente preparado. La mujer no va a necesitar en breve, hacer un feminismo tan radical, ni siquiera uno "light". El hombre se está relegando por si mismo a puestos que no requieren de tener que hincar los codos (chapa y pintura, política, etc).
    Vive la gran difference!!

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  10. "Una mujer de unos 25 años de edad fue hallada hoy muerta en la capital de Almería, supuestamente a manos de su marido, que fue detenido pocos minutos después del suceso, según informaron a Europa Press fuentes de la Policía" (De la prensa de hoy). Como hay que luchar contra estas salvajadas, lo mejor es dejarse de exclusiones, quejas por motivos poco consistentes y culpabilizaciones generalizadas y nebulosas y trabajar hombres y mujeres para que los asesinos de mujeres no sientan el más mínimo respaldo social.

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  11. De los aquí escribientes somos varios los machos que hemos promovido y a la vez sufrido la discriminación positiva con verdadera pasión cristiana.

    POSTDATA: Mi madre me mata.....bueno no que está lejos promoviendo el feminismo internacionalista.

    Besos a todas.

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  12. El Señor os lo dará por otra parte.

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