Proceso en el que muchas mujeres, después de haber renunciado a guardar y proteger los secretos de los hombres, ocupan el espacio público, destierran las mediaciones, y acceden al conocimiento de las cosas, a lo numinoso, o simplemente a un portal de Internet, sin tener que pedir permiso a nadie. Como el fenómeno es tan reciente, no se sabe muy bien a dónde irá a parar el cordero y sus partes.
Hola Pablo!
ResponderEliminarEnhorabuena por esta nueva "aventura cibernética". He sabido de ella a través de mi marido, Pedro Pablo, quien hace poco nos presentó.
Me ha gustado tanto este sitio que me he permitido incorporarlo a la lista de blogs que sigo en el blog que comparto con mis hermanas y que, a mi vez, te invito a visitar.
Ánimo y sigue ilustrándonos con tus sabias palabras.
Ana