miércoles, 26 de noviembre de 2014

La puta y el matón

Mujer fatal
"En Occidente moderno la chica intentará brillar por su belleza y sex-appeal, corriendo el riesgo de que la muelan a palos, la violen y la asesinen. El chico procurará brillar por su audacia y su dureza, corriendo el riesgo de que lo metan en chirona o lo maten. En el horizonte, dos paradigmas: la puta y el matón. (De pasada, merece la pena que recordemos que en los demás primates no hay ni prostitución ni delincuencia.)
Las prostitutas suelen fardar, y es normal. Los matones también fardan, y es normal. Ambos han tenido que endurecerse para sobrevivir y no pueden permitirse mostrarse vulnerables. Eso no impide que si rascamos la superficie, el niño esté ahí. Debajo de la puta está la niña, y debajo del matón está el niño, asustados, aterrorizados, furiosos, acorralados, llenos de necesidades y con una salvaje carencia de amor. Aunque en un principio la chica y el chico simplemente buscaban (como todos nosotros) alejarse de la mediocridad, ser admirables y un poco heroicos —en una palabra, existir—, ahora se han quedado atrapados en un círculo vicioso, porque si realmente llegan a ser puta y matón, sufrirán todavía más y tendrán que endurecerse todavía más. El filósofo y antropólogo François Flahault escribe: Las conductas excesivas constituyen una demostración de fuerza, es decir, de valor y de superación para los que las ejercen. Pero acarrean efectos destructivos y autodestructivos considerables".
Nancy Huston, Reflejos en el ojo de un hombre  (2013)

2 comentarios:

  1. Ciertamente es una manera de verlo....

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Sí, Mark de Zabaleta, es otra manera de verlo... discutible, pero interesante. Un abrazo. Gracias.

    ResponderEliminar