Niña sola
No sé si la nueva estatua del escultor López Burgos ha de ser llamada “Soledad” o, más bien, “Niña Sola” en homenaje a los muchos hogares españoles con un solo hijo. ¡Lo único que les faltaba a los hijos únicos es que después de haberlos maleducado además les erigiésemos una estatua! Educar es decirle a la gente que no. Prepararlos para compartir con los demás los bienes escasos que nos dejan los acaparadores, los explotadores y los corruptos de todo tipo que se apropian de dinero público. Pero, ¿quién le dice a un hijo único, a un niño solo, que no? Puede ser que algunos padres conscientes sí se lo digan, pero, ¿serán capaces de negarle algo los 30 tíos, los cuatro abuelos o los complacientes amiguitos del alma de los padres del niño? Y ahí los tenemos, educados para tenerlo todo y condenados a no tener de nada cuando crezcan. La humilde y decorosa niña sola aupada, sin piedad, a un pilastra cuatro veces más grande que ella en la Plaza de Bibataubín, es un homenaje equivocado de unos pillos oportunistas a una infancia que desprecian porque han renunciado a educarla con el ejemplo. Desde Altamira, muchas obras de arte han tenido una finalidad didáctica. Las paredes de las cuevas prehistóricas servían a los mayores de la tribu como pizarras en las que dibujan, para los menores, imágenes de lo que pasaba fuera de la cueva. Mucho más educativo para la infancia hubiera sido levantar en esa plaza un monumento al político desconocido, a la espera de que aparezca alguno honesto que pueda ocuparlo.
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¿Ya hay una nueva estatua en esa plaza? Seguro que es otra de tus bromas...
ResponderEliminarQuerido José Carlos, yo jamás bromeo. Simplemente, aborrezco la solemnidad. Las bromitas las gasta esta gentecilla del ayuntamiento.
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