miércoles, 8 de diciembre de 2010

WikiLeaks, la caída del muro de los secretos

"Mírame a los ojos, corazón"
La caída del muro de Berlín dejó a los dualistas, a los comodones apuntados a eso del Bien y del Mal, algo desestabilizados.  Todo el mal en el Este, todo el bien en el Oeste. Todavía hay publicaciones y emisoras que le echan la culpa de todo al comunismo, aunque los comunistas no aparezcan por ningún lado. Con el muro separando al “mundo libre” de los países del “socialismo real” hasta los espías eran más respetables y, desde luego, necesarios.  No había más remedio que disponer de un batallón de espías que pudieran informarnos de las múltiples operaciones en marcha para acabar con la libertad y la democracia tan costosamente rescatada de las garras de Hitler. Había que desactivar las asechanzas, interceptar los misiles que podrían en cualquier momento volar hacia Washington. El cine lo había explicado bien en muchas películas. Pero cayó el muro y hubo que inventarse unos nuevos malos.  No fue fácil, hasta que Al Qaeda destruyó las Torres Gemelas el 11 de setiembre de 2001. La catástrofe puso en circulación el nuevo enemigo, el fundamentalismo islámico, acaudillado por Osama Bin Laden (antiguo agente de la CIA, según algunos),  al que se busca desde entonces sin ánimo de encontrarlo. De nuevo los espías son necesarios. Pero como Bin Laden puede estar escondido en cualquier parte, hasta en los servicios de señoras del Ministerio de Asuntos Exteriores, necesitamos más espías en acción. Se supone que las verdades que los espías les cuentan a sus jefes son muy importantes y además, secretas. Pero llega el Internet, que fue ideado por los militares para tener a los malos bien controlados y, olvidándose de sus orígenes, pone en circulación montañas de los secretos  celosamente guardados por la Inteligencia de los países. Y asistimos a una nueva caída del muro de Berlín. Se ha derrumbado el muro de los secretos.  Pero detrás del muro no hemos encontrado ni al jefe de Al Qaeda ni las bárbaras, terribles, crueles verdades  que esperábamos.  Algo amenazante sí nos ha sido revelado por Wikileaks: José Blanco, el ministro de Fomento de España, no mira nunca a los ojos de sus interlocutores. Por mucho menos se extinguieron los dinosaurios.

6 comentarios:

  1. La comunicación gestual, el inconciente, juega malas pasadas, cuando una persona no mira a los ojos..."Mucho esta ocultando de sus debilidades" o "Mucha culpabilidad siente" o "Simplemente sólo se mira a sí mismo", en todo caso las "revelaciones" sólo serán relevantes cuando la "INTELIGENCIA" informe, y los secretos dejen de serlo por cuestión de SEGURIDAD, para pasar a ser cuestión de NECESIDAD. La seguridad y toda la parafernalia de que adolece, es vulnerada por Wikileaks.
    Y me pregunto: -Que es más importante-
    A-)¿Saber, conocer a lo que, o a quien nos enfrentamos?
    B-) ¿Tener la información es o no una forma de conocer al "supuesto" enemigo?
    C-) ¿Es acaso más importante mantener a la población en la ignorancia a fin de poder manipular masas y tomar decisiones desde sus estatus de PODER?
    Los secretos dejan de serlo cuando los conocen varias personas, y en los tiempos en que vivimos los gobiernos deben asumir sus responsabilidades respecto a los ciudadanos, y dejar de mirarse sus propios ombligos. Somos una tribu humana en la globalidad, con sus distintas manifestaciones culturales, pero en la esencia, todos y cada uno tenemos las mismas necesidades básicas... y sobre todo... No estamos ciegos, ni sordos, ni mudos, ni somos "tontos". Siempre buscaremos soluciones a nuestros problemas, está es una manifestación intrínseca de lo Humano.
    La seguridad se ha “Profanado”, y con ellos se vulnera las herramientas que los poderes tácticos utilizan a fin de adormecer a las masas…
    -Me sigo preguntando:
    -¿Porque el fútbol (O cualquier otro deporte que mueva a las masas) sigue siendo anestésico social?
    -¿A cuantos “poderosos” les conviene que los pueblos sigan en la ignorancia a fin de moldear las masas a sus conveniencias?
    Afortunadamente, somos más inteligentes que la inteligencia transnacional, y, construiremos un diario devenir cada vez más comprensivo y solidario.
    Sólo hace falta recuperar el “Sentido Común” y apartar de sus sillones a personas que no miran a los ojos, que mienten y manipulan, o esconden información, guardan secretos, no informa a fin de tener EL PODER… en sus manos, (ya que ellos son los que firman… acuerdos y tratados, leyes y ordenanzas)
    -¿Seremos capaces de hacer un gran armisticio mundial, y convivir pacíficamente sin que las ARMAS, LOS PODERES, y MANDATARIOS, se tomen la libertad de decidir por los demás?
    -¿Quizás estos pensamientos solo sean Utopía? Pero quiero creer que es posible a fin de continuar…

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  2. De tu jugoso comentario, amiga Ivonne, me adhiero, sobre todo, a necesidad de "recuperar el Sentido Común". O la necesidad de que lo adquieran los que nunca lo han tenido o que lo recuperen los que lo perdieron, sería el principio de una nueva era. Gracias y un saludo cordial.

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  3. Observamos y juzgamos a los otros. A aquellos por sus gestos. Nos ponemos en su piel y pensamos, si yo hago ese gesto es porque siento esto. Somos su espejo, pero ¿Es cierto?
    ¿No será solo un reflejo de nosotros mismos? ¿Un aprendizaje exclusivamente nuestro?
    Aquellos a los que tenemos que espiar gestos porque saben controlar sus palabras, aquellos a los que espiamos gestos porque no creemos veraces sus discursos, porque nos sentimos engañados, hábilmente engañados en el sonido.
    Siendo tan difícil como es interpretar con exactitud lo hablado, o lo escrito, lo expresado por gestos es ya casi labor de titanes.
    No solo juzgamos ya sus palabras veraces o engañosas sino que queremos sentir sus sentimientos, a nuestro modo y semejanza.
    Creo más fácil interpretar palabras y hechos que gestos.
    Y WikiLeaks nos confirma.
    Pero ahora, sabios, os pregunto, con respeto, sobre mi dilema, allí dónde decís “apartar de poder…”
    ¿A todos? ¿Damos oportunidad al que creemos menos malo? ¿O damos firme carpetazo a toda intriga y ausentamos nuestro apoyo a aquellos que tememos indignos?
    No por sus gestos, sino por sus palabras y sus hechos, mas claro aún que por miradas, mas inocentes, claro, en esas lides…

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  4. Ana María, tu comentario me ha hecho sentirme como los políticos cuando un programa de humor les acerca el micro. Les cuesta trabajo aceptar el juego. Escribo desde el convencimiento de que hoy en día la forma más revolucionaria de escribir es la que utiliza la ironía, el distanciamiento, la incredulidad. El lenguaje se ha degradado tanto que siempre parece decir lo contrario de lo enunciado. Por tanto hay que meterle ironía, para invirtiendo la mentira, obtener algo de verdad. El micro que me acerca tu comentario no es el de la broma, sino el de la seriedad. Y me has desconcertado.

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  5. Lo siento, lo siento.
    No era mi intención desconcetarte.
    Pero ahora has devuelto el desconcierto a mi lado.
    No sé que decirte, para disculparme, aunque tampoco sé si tengo que hacerlo.
    Si el desconcierto resulta molesto y una barrera a ti mismo entonce sí te debo disculpas, si es solo otra experiencia mas superable entonces ¡Viva la vida!
    Me encantan tus temas , cómo los escribes y el montaje de las fotografías... la cultura derrochada y desbordada de un alegre espíritu, manantial inagotable...
    ¿Qué mas podría decir?

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  6. Ana María,¡bendito el desconcierto!Nos permite salir de lo trillado, mirar lo que hacemos con los ojos del otro. Gracias por el desconcierto que has puesto en mis seguridades. El lenguaje, y sobre todo el escrito, no ha nombrado todas las cosas. Hay que buscar, como creo que haces tú, caminos nuevos y palabras que pongan nombre a lo innombrado o a lo innombrable. El desconcierto puede ayudar para alejarse de lo obvio. Gracias, Ana María. Yo también quería desconcertarte un poco con mi réplica. Lo he conseguido. El regalo, un texto lleno de vida. Viva la vida¡!

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