Canes en la Plaza del Obradoiro
El antiguo hospital de peregrinos de Roncesvalles, cabeza del camino Francés, recibía desde el siglo XIII a los peregrinos con estos versos:"La puerta se abre a todos, enfermos y sanos;
no sólo a católicos, sino aún a paganos,
a judíos, herejes, ociosos y vanos;
y más brevemente, a buenos y profanos".
Como Cervantes en el Prólogo de su Quijote - lo contábamos en la entrada anterior- los patrocinadores de la ruta turística más antigua de España no hacían feos a nadie que fuera capaz de soportar las dificultades de la peregrinación y de ir dejando, dentro de sus posibilidades, sus limosnas y donativos en los albergues y monasterios que jalonaban el Camino.
Hoy, en la Paza del Obradoiro de Santiago han confluido dos romeros muy diversos. El Camino los habrá hecho mejores, pero no a sus perros, la foto tomada esta misma mañana lo prueba.
El texto del hospital de Roncesvalles es a la publicidad lo que las Glosas Emilianenses al Castellano.
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