domingo, 19 de febrero de 2017

Jesús Candel y Susana Díaz no son fascistas.


Con cierta ligereza se usa la palabra fascismo para aplicarla a fenómenos actuales que no tienen mucho que ver con el fascismo: No creo que Jesús Candel sea fascista (como le ha llamado alguno), ni que vivamos "en fascismo". Ese fenómeno histórico nació en su momento y cumplió las tareas que le "encomendó" el capital, para aplacar con engañifas y muerte las ansias liberadoras de los trabajadores que fijaban su vista en países empeñados con acabar con el antiguo régimen y en hacer la revolución. Vivimos en otra época y en otra situación, no menos peligrosa, para la gente de a pie. Los sindicatos, los partidos, la democracia "que nos dimos", se han venido abajo arrastrados por la corrupción y la codicia de los partidos y la instalación cómoda de los sindicatos en las moquetas de las subvenciones y en las poltronas de las migajas de poder que les conceden los que tienen el dinero y sus servidores y pretendientes. Los políticos. De ahí surgen los modernos populismos -designación también inapropiada- y sus líderes, Susanas Díaz, Candel... Y los que ustedes quieran añadir. Y si la democracia ha muerto, cualquier discurso salvífico es posible. Sin compromiso, sin seriedad, lleno de promesas que no se cumplirán...Hay que esforzarse para encontrarle un nombre a lo que está pasando. Y dejemos ya de disparar "fascismo" contra todo lo que se mueve. Y que se mueve y puja por la incompetencia absoluta del "sistema" para resolver los problemas que tienen las criaturas del Señor (como dirían el piadoso Candel o la Rociera Susana Díaz, me refiero a lo de "criaturas". Término creacionista dónde los haya).

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