Las imágenes empiezan a no estar cómodas
La Virgen de las Angustias está cabreada con el alcalde que es un posesivo y le marca camino y le asigna tareas sin consultarla y le pone medallas cuando ella es la que debería, una vez evaluados los méritos de los sujetos, asignarlas a las personas adecuadas. Sobre todo, lo que más le molesta es que toquetee su libre albedrío y le coarte su libertad. Se ha quejado a su hijo de que se le está faltando al respeto. Ha iniciado los trámites para soterrar al alcalde a su paso por Granada.domingo, 8 de diciembre de 2013
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