jueves, 17 de marzo de 2016

La España descuartizada

Cada uno tira para su lado
POR fin los jueces parece que están ejerciendo su poder de forma eficaz e independiente. Atendiendo a la separación de poderes. ¡Como nunca hubiéramos imaginado! Pero el ejecutivo es reacio a responder ante el legislativo, va a su aire. Impúdicamente. Aunque un Gobierno en funciones pudiera escaquearse del control parlamentario, si aquí hubiera la más mínima educación democrática, lo disimularía astutamente, pero no: tira de informes. La batalla política no está ahora en el Congreso, sino en los despachos de los técnicos, de los especialistas, de los funcionarios de parte: abogados del Estado contra letrados del Congreso. A ver quién es capaz de retorcer más la ley con sus interpretaciones de la Constitución. Soy hijo de un probo funcionario de la Administración Local. De un secretario, estudioso y trabajador. Los alcaldes temían como una vara verde a los secretarios de Ayuntamiento. A ellos les correspondía redactar las actas de los plenos y emitir informes sobre la legalidad de los proyectos municipales, podían, con sus dictámenes, paralizar las actuaciones políticas hasta que resolvía una instancia superior. Temblaban los políticos ante estos altos funcionarios de corte napoleónico. Luego, los políticos se dieron cuenta de que era mejor tener abogados y técnicos que emitieran informes complacientes y colocaron a los suyos. Así se ha recalificado, se han modificado planes urbanísticos, se ha prevaricado, se ha acumulado dinero negro venido de las cloacas del interés y de la avaricia que luego ha habido que blanquear con procedimientos tomados de esos fulleros que esperan a los viajeros de provincias en las estaciones de ferrocarril para timarlos. También en el Congreso, los poderes han privatizado a los funcionarios. Abogados del Estado para mí, letrados de las Cortes, para ti. Enfrentados e insolidarios, ejecutivo y legislativo, recuerdan las ejecuciones por descuartizamiento que se aplicaban hace siglos a los reos de ciertos delitos. Los verdugos ataban las extremidades de los condenados a cuatro caballos salvajes a los que instigaban a latigazos para que salieran espantados, arrastrando trozos del ajusticiado. España se desmiembra gracias a la labor disgregadora de los que deberían cuidarla y mantenerla entera. Estamos acostumbrados a ver cómo jueces, diputados, ministros y periodistas, como posesos, vienen tirando sin misericordia del enteco y desmejorado cuerpo de lo que ellos suelen llamar campanudamente 'patria'. Hasta el punto de asustar a la gente y de que se añore la ya a un salvador de la Patria. Ayer me quedé de piedra cuando oí en la SER a José María Izquierdo, antiguo director adjunto de El País, preguntarse: "¿Habrá alguien ahí fuera capaz de frenar tanto disparate?".¿Ahí fuera? ¿Dónde? ¿Tan mal funcionan los poderes del Estado que hemos olvidado ya a Franco y sus terapias de choque?

4 comentarios:

  1. Funcionan mal, muy mal, incluso supercalifragilistico espialidosamente mal, o tantumergosacramentum mal.

    Gracias y saludos.

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    1. Funcionan macarrónicamente mal, amigo Independiente Trashumante. Un saludo cordial y gracias.

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  2. Buen artículo...que sabe valorar una penosa situación !

    Saludos

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  3. Pero penosa de verdad. Ayer mismo siguió el enfrentamiento entre Gobierno y Congreso. Gracias, Un saludo cordial.

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