miércoles, 7 de noviembre de 2012

Presuntos implicados

Lo mejor respecto a la homosexualidad es ser daltónico. No conozco bien la legislación fiscal,  pero me parece que ser homosexual no desgrava. Ni ser negro ni amarillo ni hombre ni mujer. Hacienda no percibe las diferencias, es daltónica; para el fisco todos los españoles somos del mismo color, el color del contribuyente, salvo la Iglesia, claro, que no paga el IBI. En las sociedades que se proclaman igualitarias, siempre quedan restos de desigualdad. Hay puestos oficiales muy bien retribuidos, como el de monarca, que no se ganan en una oposición, ni en un concurso de méritos. Basta con ser familiar del rey, para obtener este empleo. Otra bolsa de desigualdades es la de los llamados derechos históricos, cuyo titular es un pueblo, sin que sepamos muy bien qué significa hoy la palabra “pueblo”. Cuanto más antiguos sean estos derechos mejor, porque así nadie sabe de dónde vienen y se pueden reclamar siempre y, sobre todo, en momentos de turbulencias extremas. El mal ejemplo, en este punto, lo da la Biblia, con su prodigioso relato del difuso –de ribetes penales vaporosos- pecado original que, cometido por unos padres inciertos, nunca se deja de pagar.  Esta culpa prístina mantiene su gravedad original por los siglos de los siglos, aunque los cobradores  de sus réditos–los sacerdotes- se renueven de generación en generación. La sentencia del Tribunal Constitucional que avala los matrimonios homosexuales, viene a clausurar una de esas bolsas de desigualdad de las sociedades modernas. Lo que no significa que nos hayamos vuelto daltónicos, éticamente, para la homosexualidad. El martes pasado, el periódico digital  eldiario.es, tras dar la noticia de la sentencia, recibía tres comentarios positivos. El primero proclamaba que “a las mujeres no nos importa tener un hijo homosexual"; el segundo, felicitaba a Rouco, que ya no tendría por qué mantener oculta una supuesta relación gay y, en el tercero, se felicitaba  a todos "los implicados, gays y lesbianas". O sea, que las madres, conocedoras de los problemas que tendrá su hijo, si es homosexual, se apresuran-¡madres al fin!- a declarar que no les inquieta el hecho. Lo que significa que detectan razones para inquietarse, luego el asunto no está resuelto.  En el caso de Rouco, se mezcla el anticlericalismo grosero con la evidencia de que llamar homosexual a alguien, todavía, es ofensivo. Y el último, al calificar de 'implicados', como en los juicios, a los homosexuales, no necesita comentario. La sentencia es un gran paso para las parejas homosexuales, pero sólo un paso humilde para la normalización de la homosexualidad.

2 comentarios:

  1. “O sea, que las madres, conocedoras de los problemas que tendrá su hijo, si es homosexual, se apresuran-¡madres al fin!- a declarar que no les inquieta el hecho. Lo que significa que detectan razones para inquietarse, luego el asunto no está resuelto”
    Qué bien has centrado y resumido el asunto.
    Un tema inabordable por la cantidad de variables infinitas que presenta.
    Simplemente, voy a acotar algunas cuestiones desde el sentido común y con un desconocimiento supino de la psicología moderna.
    1- normal= estado natural. normal=se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano. Te hago una lista infinita de cosas que no son normales desde que nacemos:enfermedad física y psíquica, pobreza, abandono, falta de oportunidades escolares, sociales, geográficas…nada de lo que es desigualdad, merma, falta, agonía, es normal…y sin embargo…uno tiene que buscarse la vida, y sobrevivir…
    2- no creo en los homosexuales y heterosexuales al 100%, falta la oportunidad, la tentación y la verdad, porque por acostarse con alguien (como en las pelis, por probar) no se es homo o hetero).
    3- No es normal que una persona mantenga a su pareja chico o chica ,y sin embargo es natural que lo haga por amor y si las circunstancias coyunturales son esas, mientras no cambien.
    4- Confundimos habitualmente el término normal con ausencia completa de conflicto. Es verdad que una pareja homo tiene “un problema” si tienen 20 años, pero con la edad ese conflicto entre ego/razón/corazón se diluye bastante por la madurez. Nadie en su vida cotidiana está libre de conflictos. Hipoteca, deshaucio, perdida de trabajo, pareja, familia, muerte, bancarrota, cárcel, acoso laboral, enfermedades mentales. El hecho de ser homo o hetero solo añade un apartado de correos a la personalidad.
    5- Las personas homosexuales que conozco, en un trato cercano, tienen hijos, son profesionales, y no hacen vida en gueto ni lobby homo, (que podrían perfectamente hacerlo, están en su derecho pero no es el caso) es decir, llevan una vida “normal” y “natural”. Resumiendo, están juntos porque hay sentimientos afianzados libre y voluntariamente. Y con esos sentimientos, comparten sus vidas con todas las dificultades ya sabidas, dificultades que nunca tienen fin, los tiempos son malos para la lírica y para el amor.
    6- En definitiva, la sentencia, es un avance mínimo, y se debe caminar sin desfallecer hacia la igualdad que proclama la constitución en derechos y deberes.
    7- Rouco solo representa a una parte de la ecclesia. La sociedad, el seno familiar, los amigos, ya ven estos temas normales, naturales.¡A esas abnegadas madres les preocupan más, estudios y trabajos de sus hijos que sus novios/as!...Buen finde, En Madrid con lluvia, frío y desayuno continental, 2,20 en vips…jo, qué cara está la vida, niño Aquiles.
    :)

    ResponderEliminar
  2. Helena, excelente y profunda reflexión. Me alegro de haberla recibido. Aquiles, "niño que yo era", como dice JRJ.Un beso.

    ResponderEliminar