jueves, 31 de agosto de 2023

Hybris: la soberbia del poder

 

La máscara de Agamenón, el soberbio

El cristianismo le robó al paganismo algunos dioses, ciertos ritos y el Niño Jesús (que ahora se vende en los chinos al mismo precio, 1,50€, que su antepasado, el Cupido romano), y, también, nociones, como la hybris, (en cristiano: soberbia, desmesura, orgullo, insultos, prepotencia). Los dioses, o el Espíritu Santo, han castigado severamente estos excesos desde Agamenón hasta Rubiales y Juan Carlos Monedero. A mis cortas luces, esta herramienta, la de la hybris, se la inventaron los paridores de dioses, para que nadie intentase ser como ellos, no como los dioses –difíciles de localizar en el espacio-tiempo-, sino como los administradores de la ausencia de Dios, los que vienen cobrando por suministrar a la humanidad este valium de esperanza, ese específico contra la nada, al que han dado en llamar LA DIVINIDAD.  El ominoso caso de Rubiales o el placaje a que sometió Monedero a Soraya Sáenz de Santa María, tras la moción de censura, han sido castigados ejemplarmente. En el caso de Rubiales, como muy bien apuntó este reputado teórico de género, no aparece para nada el deseo, la libido, sino el ejercicio descarnado del poder, ejercido sobre una futbolista, considerada inferior, ‘una niña’, en argot del deporte femenino, con un beso en la boca, que la poesía y el cine han consagrado como símbolo erótico. El pasado día 27, Monedero escribe en El Público: "Porque no puede ser lo mismo robar un beso, deslizar la mano en un trasero, toquetear sin su permiso a una mujer, violar con violencia, violar en grupo o violar y asesinar”; o placar a una mujer, como hizo el cofundador de Podemos el 1 de junio de 2018 con Soraya Sáenz de Santa María. El PP acababa de perder la moción de censura y Monedero trincó por los hombros a las puertas del Congreso a la vicepresidenta y le espetó: "Me alegra que os vayáis". La política le contestó: "Chico, esto es la democracia," y lo agarró por los brazos para librarse de su condescendiente llave patriarcal. La hybris de Rubiales, su inconmensurable soberbia, ha escandalizado a millones de personas. Borrell ha dicho una gran verdad sobre el caso: que nuestras mujeres están aprendiendo a jugar como los hombres. Así es; igual que muchos hombres estamos aprendiendo a hacer croché como las mujeres. Y es que las especialidades ancestrales de hombres y mujeres se han vuelto, venturosamente, fluidas. La irrupción de las mujeres en la vida pública es imparable: luctuosamente, fueron las Guerras Mundiales las que las sacaron definitivamente de sus casas, ante la falta de hombres. Viendo cómo la princesa Leonor hace la mili, debemos concluir que pocos trabajos van a ser exclusivos de un solo sexo. Solo parir resulta aún actividad reservada a las mujeres. Pero todo se andará.

martes, 29 de agosto de 2023

Sin el sexo como alcahuete

Abusos 
"Porque no puede ser lo mismo robar un beso, deslizar la mano en un trasero, toquetear sin su permiso a una mujer en un portal o un callejón, violar con violencia, violar en grupo o violar y asesinar"... O placar a una mujer, añado yo. [De un artículo de Monedero en el diario Público del pasado día 27 en el que comenta el ominoso caso Rubiales]. La paja en ojo ajeno. Aquí, Monedero abusa de Sáenz de Santa Maria sin que el sexo haga de alcahuete de su prepotencia. La Vicepresidenta acaba de ser desalojada democráticamente del poder y el coofundador de Podemos la trinca por los hombros, la inmoviliza para poder espetarle: "Me alegra que os vayáis". Soraya S. de S.  estuvo a la altura de las circunstancias y le contestó:" Chico, esto es la democracia," y lo agarró por los brazos para librarse de la llave heteropatriarcal y para evitar que la tratara con condescendencia.

viernes, 25 de agosto de 2023

La mano que mece unos huevos

 American Girl in Italy, 1951 © Ruth Orkin

Tanto gentile e tanto onesta pare
la donna mia quand’ella altrui saluta,
ch’ogne lingua deven tremando muta,
e li occhi no l’ardiscon di guardare.

Ella si va, sentendosi laudare,
benignamente d’umiltà vestuta;
e par che sia una cosa venuta
da cielo in terra a miracol mostrare.

Mostrasi sì piacente a chi la mira,
che dà per li occhi una dolcezza al core,
che ’ntender no la può chi non la prova:

e par che de la sua labbia si mova
un spirito soave pien d’amore,
che va dicendo a l’anima: Sospira.

De Dante para Beatriz. La Vita nuova, 1293.

miércoles, 23 de agosto de 2023

Moisés en Silicon Valley


Agujero negro

Los humanos, dueños de más o menos inteligencia natural (IN), tenemos en el cerebro alguna conexión equivocada que nos lleva a necesitar de mediadores entre el misterio y nosotros. Porque misterio, haberlo, haylo. ¿A ver quién sabe decirme a estas alturas qué hacemos 8.000 millones de criaturas perdidas y solas en el espacio curvo, entre galaxias y agujeros negros? Que alguien me lo explique. En el fondo del agujero negro de la nada, se agazapan, junto con la esperanza, las dudas y los miedos que los mediadores vienen aprovechando para sembrar el incierto destino de la humanidad de promesas de salvación eterna y terrenal. Estamos preparadísimos para que nos prometan cosas irrealizables e imposibles, y no sólo para creérnoslas, sino para pagar durante miles de años a sus autores. Ahora estamos a las puertas de que alguien suba de nuevo al Monte Sinaí para recibir, en exclusiva, del dios de la Inteligencia Artificial las nuevas tablas de la ley. Los CEOS de openAIl,  Microsoft, Google y Anthropic aspiran al puesto de Moisés. Intentan, por separado, contar con la ayuda del padrecito Estado para arrojar a los otros del Templo Sagrado del Conocimiento. Amenazan con que, si no son ellos los que desciendan de Silicon Valley  con la tablas de la ley, nos puede pasar de todo. Por ahora – creo-, Quevedo, Petrarca, Broncano, José Mota y este bloguero tenemos poco que temer de la IA (y de su Moisés). Porque, a la presente, la IA no alcanza a hacer nada más que poemas mediocres y chistes vulgares, sin gracia, tabernarios. Acabo de comprobar, y solo he necesitado del escrúpulo de inteligencia natural (IN) que recibí de mi genoma, que la ironía, lo que viene siendo el algoritmo de Facebook, no la capta. Escribo en mi muro esto: “Que lo sepáis: el tomate contrimás mataúras tiene, más sabroso. Matad a todo aquel que os diga que el tomate 'marida' con el aguacate o con cualquier otro producto exótico: una navaja, un puñaíllo de sal... y pa’ dentro. Unas goticas de aceite no le vienen mal”. Inmediatamente el algoritmo detecta el verbo ‘matar’ y me advierte de que si no lo corrijo, me cerrarán la cuenta. Me han tomado por un asesino en serie. Sustituyo ‘matad’ por ‘mirad mal’ y transige. Y me perdona. Deduzco, entonces, que el algoritmo de Facebook es más torpe que este bloguero de arrabal. Y ya es decir.

lunes, 21 de agosto de 2023

Apostatemos del patriarcado






 A veces, me gustaría saber dónde puede uno apostatar del patriarcado. Si lo supiera, ahora mismo me borraba. Monedero y Rubiales  dificultando que hombres y mujeres nos llevemos mejor. Las mujeres agredidas, Soraya Sáenz de Santa María y Jenny Hermoso son personas de una calidad humana y profesional muy superior a la de estos dos energúmenos. ¡Malditos, no pongáis vuestras sucias manos sobre ellas! Por cierto, la reina -mujer, antes que reina- también chupó cámara e inmatriculó para la monarquía el éxito de las futbolistas.

domingo, 20 de agosto de 2023

¿Se equivocó la Paloma?

 

¡Qué pifia, Señor!



El día que el Espíritu Santo inspiró a los miembros de Sacro Colegio Cardenalicio el nombre del jesuita Bergoglio para papa, había pasado una mala noche que ni el alka seltzer logró mejorar. Ahora, anda detrás de los creadores de la Inteligencia Artificial para que en la próxima elección de Sumo Pontífice le inspiren el nombre de un pontífice que no se signifique tanto; que muchos fieles, y sobre todo los del Opus, van a perder la fe y a pensar, blasfematoriamente, que se le ha ido la Santísima Pinza, Una y Trina.
Activo


 


miércoles, 16 de agosto de 2023

¡Pechos fuera!

¡Que no hay corpiño que los contenga!

"Yo debía haber comprendido, después de leer tantas novelas, que las mujeres les gustan a todos los hombres, pero todos los hombres no les gustan a todas las mujeres" F.G. Lorca

                                                                                                               


propósito de los “pechos fuera” de la cantante Eva Amaral en concierto, se está hablando mucho del pecho de los albañiles y del derecho de las mujeres a exhibir los suyos, como hacen ellos, y a desprenderse, si les place, de alguna prenda de ropa. Quizá se elija a los albañiles por considerarlos hombres de rocosa masculinidad. Como ya hay mujeres que trabajan de albañil –y de guardias civiles–, probemos a ponerlas en una obra, sin camisa, junto a sus compañeros, y observemos, in situ, las reacciones de los sujetos de experimentación. Veréis cómo los hombres, en su inmensa mayoría, mirarán a sus compañeras desnudas, perplejos y arrebatados, como si asistieran al Big Bang en primera fila de la formación del universo, y es muy posible que a las chicas, si os fijáis, los fornidos torsos de sus camaradas les produzcan risas y cachondeo, sin que por eso dejen de saber, sin haber estudiado a Praxíteles, quién o quiénes tienen el pecho más escultural, mejor cincelado, y con cuántos de ellos les gustaría interactuar gozosamente. En primer lugar, propongo, vamos a conseguir que alarifes y ‘alarifas’ tengan el mismo sueldo, por el mismo trabajo, y la misma consideración y respeto en las obras y, luego, tratemos de la relación histórica del cuerpo humano con la ropa. Este bloguero, y miles de millones de hombres, les aseguro, dejaremos de mirar el pecho de las mujeres como algo venido del portento, en cuanto las mujeres nos lo exijan tras ganar un referéndum universal, controlado por la ONU. Amaral, y las que utilizan sus pechos como armas, a lo Afrodita A, la novia del robot macho de la serie manga Mazinger Z (1978), banalizan, y fingen desconocer, la Ley de Atracción Universal que rige la logística de la aproximación entre seres humanos, y que tan bien definió Dante: “Amor que mueve el sol y las estrellas”. A los rancios ultraderechistas, amigos de ‘invisibilizar’ a las mujeres que consideran de su propiedad y de desnudar a todas las demás, les hacen un favor mostrándoles lo que quieren ver. Pero alertarán al algoritmo del Facebook y molestarán a hombres y mujeres que, aun estando por la igualdad, consideran una indeseable mímesis machista la pretensión de equiparar frívolamente los efectos que la mostración pública de cuerpos masculinos y femeninos desnudos produce, por ahora, en la sociedad.

domingo, 13 de agosto de 2023

Afrodita Z / Amaral en concierto

 

Armas cargadas de futuro. Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros pechos no pueden ser sin pecado un adorno, estamos tocando el fondo.

Raíces al descubierto


Entre Víznar y Alfacar, añosos árboles enseñan las raíces que la inclemente saña del tiempo ha dejado al descubierto. Cerca, en el Barranco de Víznar, la última fosa común abierta muestra cráneos agujereados, huesos trizados por las balas: las raíces de la brutalidad fratricida.
 

jueves, 10 de agosto de 2023

Libros sin techo

 


Miré unos libros abandonados en la calle, cuidadosamente apilados, con la misma mirada compasiva que dedico a las mascotas abandonadas por sus dueños en vacaciones. Todavía no he dejado mis libros en el postigo de algún convento, como huérfanos sin padres, pero quizá lo haga. He probado con bibliotecas locales y provinciales para que acojan mis 6.000 libros, pero no hay quien los quiera adoptar. No disponen de espacio para ellos ni tiempo para catalogarlos. Me sugieren que done los más espabilados a alguna librería de viejo. ¡Los he amado tanto! No los he leído todos, ni mucho menos, pero ahí estaban por si buscaba un referente, un respaldo, una nota. El ebook está acabando con los de papel. Quizá no hubiera reparado en esos libros callejeros si no hubiera visto en uno de los rimeros El florido pensil de Andrés Sopeña, en la singular compañía de obras de Luca de Tena o de Harold Roobins. Escribí al autor informándole de mi hallazgo y de que no lo había adoptado porque ya lo tenía y porque confiaba en que lo recogieran manos amigas a las que aprovecharan las enseñanzas que el libro contiene sobre cómo nos educaron en la Dictadura. Le mandé una foto de los libros y me alertó de que el suyo era “un incunable: hubo que cambiar esa portada -la de la foto, que era de la Editorial  EDELVIVES-, propiedad de los Maristas que pidieron un millón de pelas por usarla. Les dijimos que carecían de derechos sobre ella y contestaron que lo sabían, pero que nos llevarían a juicio, que se paralizaría la distribución,  y que, para cuando ganásemos, habrían pasado meses y el lucro cesante sería descomunal. Pagamos y pusimos mi foto en su lugar… En cuanto a las "lecturas", a las interpretaciones posibles de la foto –me dijo Sopeña- dan para uno de tus artículos..., o para una tesis doctoral. Lo que Edad prohibida o Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena, por ejemplo, aportaron a la forja del mundo de valores, creencias o principios en su momento, frente a lo que significarían ahora; o las razones de ese "abandono", las razones de “ese” concreto abandono, esa colocación esmerada, los sentimientos y sensaciones experimentados por los que los leyeron …  Dudo mucho que los haya abandonado el propietario o propietaria, pero bien podría ser una viuda o viudo, un hijo... Eso sí, están muy gastados, muy leídos”. Pasé al rato, y El florido pensil ya había sido adoptado.

lunes, 7 de agosto de 2023

Los amantes del barranco de Víznar

 




Allí estábamos los dos, en el Barranco de Víznar, como el soldado del soneto de Rimbaud El durmiente del Valle, dormidos sobre la mullida cama de campo de hojas de pino. Cansados, risueños, felices, en una tregua de nuestros juegos amorosos. Cómo es posible que no conociésemos nada, en aquel verano de 1963, del calvario y la muerte por los que habían pasado, hacía años, los cientos de personas que fueron asesinadas y enterradas en aquellos parajes, y que ahora nutrían los frondosos árboles que nos protegían (eso creíamos nosotros), de miradas indiscretas. Rimbaud le oculta al lector, hasta el último verso, la tragedia que esconde ese soldado que parece descansar plácidamente. Teníamos sólo 20 años, pero eso no es excusa. Todavía la Sección Femenina se mantenía agarrada a uno de los momios que ganó en la guerra: El Servicio Social. El ejército permitía que los jóvenes universitarios hicieran la mili en verano para que no perdiesen curso. Pilar Primo de Rivera y sus chicas encuadraron a las jóvenes españolas en una especie de servicio militar, de corta duración, al que llamaron Servicio Social, obligatorio sólo para las universitarias o para las jóvenes que querían obtener una plaza en la Administración del Estado. En el albergue de Víznar hacían el Servicio Social las universitarias granadinas; en su entrada se podía leer este lema teresiano: "En la casa de Teresa, o no hablar o hablar de Dios". El catolicismo y la Falange se llevaron de perlas después de la guerra, y disfrutaron ambos del botín de la Victoria. Pero ese día, en el Barranco, alguien nos acechaba y fue a contárselo a las gerifaltas. Mi amiga fue obligada a disculparse delante de todas sus compañeras. Nunca he experimentado el más leve sentimiento de culpa por haberla amado siempre que pude. Sí sufrí, viéndola humillada por aquellas estantiguas azulonas que tenían miedo del alba, miedo de ver, miedo de oír, miedo de tocar. Tenían miedo de amar apasionadamente, que cantara el poeta turco Nazim Hikmet. Paseo con frecuencia por la carretera que une Víznar y Alfacar, abrumado, a veces, por una sensación de estupor y de tristeza, al recordar a los que fueron asesinados en ese sitio. Y, cuando paso por el Barranco, me estremezco, porque, ahora lo sé, aquella naturaleza maravillosa que nos abrazaba, como en el verso final del poema de Rimbaud, se alza indiferente sobre cuerpos inertes, rotos por las balas.